| Vidriera móvil / La
            invención de Morel o la máquina proletaria
 El cine era para Maiakovski
            algo así como la realización de uno de sus sueños
            futuristas. La máquina
            ayudando al hombre
            a vencer el tiempo, permitiéndole reproducir en la blanca
            superficie de la pantalla
            la imagen de unos sucesos
            que habían dejado de tener una realidad concreta.
 En 1913 bajo el título "El teatro, el cine
            y el futurismo", escribió un artículo en el
            que no parecía tener aún mucha confianza en la
            fuerza creadora del cine.
            Al preguntarse sobre el cine
            como arte independiente, escribía:
 
 El cine
            y el arte son dos
            fenómenos de orden diferente. El arte
            consigue crear imágenes
            sublimes; el cine
            se limita a reproducirlas. Su función es la de un simple
            multiplicador. Nunca podrá llegar a ser un arte
            original.
 Esta opinión
            contrasta en el marco de época con las alabanzas dedicadas
            al cine por Leonidas
            Andreiev, maestro del realismo ruso bolchevique:
 Si el objeto más codiciado
            y sagrado del arte
            es fomentar las relaciones entre los hombres y sus almas solitarias,
            qué enorme, qué inimaginable labor social puede
            realizar el cine... ¿Qué
            son a su lado la aerostación, el telégrafo y hasta
            la misma prensa?... ¡Maravilloso cinema! ... Él
            sobrepasa todo lo conocido y logrará vencer a todas las
            artes.(20)
 En 1923, diez años
            después, Maiakovski escribirá un nuevo artículo
            sobre el séptimo arte, en el que expone puntos de vista
            completamente opuestos a los que había enunciado antes:
 Para ustedes, el cine
            es un espectáculo -escribe-; para mí es casi una
            concepción del universo (...) El cine
            es la expresión del movimiento. El cine
            es el innovador de la literatura. El cine
            es el destructor de la vieja estética. El cine
            es la intrepidez. El cine es deporte.
            El cine es el gran difusor de las ideas.(21)
 El problema de Maiakovski
            es, básicamente, cómo narrar los hechos
            reales, cómo llegar a la masa obrera. De allí
            que sospeche de las aseveraciones entusiastas de Andreiev, sin
            embargo, más de una vez advertía la tensión
            entre el futurismo y el realismo llegando a preguntarse si no
            debía escribir como
            Gorki o el mismo Andreiev. 
 Maiakovski participó como actor
            en varios filmes relacionados con el futurismo como en Un
            crimen en el cabaret de los futuristas Número 13.
            Pero no por dinero,
            es la película
            en la que el poeta actuará
            en el papel protagónico. Este filme tiene un doble interés:
            el puramente cinematográfico y el biográfico;
            ya que despliega a través de su alter ego "Iván
            Nov" características de la vida de Maiakovski.
 
 Maiakovski realizó el guión
            de Pero no por dinero teniendo en cuenta la novela de
            Jack London Martin Eden, cuyo protagonista, un marino
            que, gracias a un extraordinario esfuerzo autodidáctico,
            se convierte en un famoso escritor,
            puede verse simbólicamente como la trayectoria del poeta ruso. El argumento desarrollado
            en el filme resulta llamativo. Maiakovski mezcla en la película
            personajes reales, como Burliuk, Kamenski, y otros cubofuturistas,
            con los imaginarios.(22)
 
 Pero no por dinero
            (1918) Iván Nov salva de morir ahogado al hermano de una bella
            joven de la que se enamora desde el primer momento. La joven,
            que ambiciona una vida de lujo y de placeres,
            no hace caso al vagabundo, en el que sólo ve un paria
            sin porvenir. Iván Nov comienza a frecuentar el Café
            de los Poetas y entabla amistad con los componentes del grupo
            cubofuturista. Un día recita sus versos a Burliuk, y entonces
            éste (como había
            ocurrido en realidad con Maiakovski en 1912 en el Bulevar Srétens) alza sus brazos al cielo en
            un gesto teatral, y exclama: -¡Pero tú eres un poeta genial! Es el principio
            de la fama y del dinero
            para Iván Nov. La joven, al darse cuenta de su equivocación,
            pretende acercarse de nuevo a él, y el poeta
            finge seguir amándola y la cita una noche en el lujoso
            piso que acaba de adquirir. Iván coloca un esqueleto en
            la habitación, que cubre con su propio traje y su sombrero,
            pone junto a él un arca con el dinero
            que ha ganado con sus versos. Al llegar la muchacha, se dirige
            hacia el esqueleto, y al darse cuenta de la sangrienta burla,
            grita: -¡Qué burla tan estúpida! El poeta
            entonces juega con un pequeño revólver y su imagen
            se desvanece avanzando por una calle desierta.(23)
 Tras la realización
            de Pero no por dinero, y en el período comprendido
            entre 1918 y 1922, Maiakovski escribió gran número
            de guiones e intervino como actor en otras dos películas:
            La señorita y el pícaro, adaptación
            cinematográfica de una novela de Edmundo de Amicis, y
            Encadenado por el cine. 
 La temática cinematográfica de Maiakovski es reiterativa
            respecto de sus obras
            de teatro: la parálisis
            de la revolución y, más específicamente,
            la persistente influencia del clasicismo en el arte.
 
 Ya en su poema "Acerca de esto", se había enfrentado
            con el problema del aburguesamiento de los obreros, que vuelve
            a mencionar en otra composición posterior, "Maruxa
            se ha envenenado", donde nos presenta a una pareja de obreros
            que intentan vivir con el refinamiento de antiguos burgueses.
            Maruxa es capaz de cualquier cosa por conseguir un vestido a
            la moda europea. En cuanto a su enamorado, Vania, no está
            contento con su condición de obrero y pretende salir de
            ella por todos los medios imaginables.
 
 Maiakovski atribuye en parte este desfase de los obreros a la
            influencia del cine burgués(24), sobre todo del americano,
            que por aquella época se proyectaba en la mayoría
            de los cines de la ex Unión Soviética (URSS); por
            eso, en Maruxa se ha envenenado, Maiakovski ataca con igual dureza
            a los pequeño-burgueses que a la distribuidora estatal
            de películas.
 En las calles,
 bajo la dirección de Douglas Fairbanks,
 el Sovintko
 ha tendido sus hilos y nos transporta
 desde nuestra difícil realidad
 de hoy
 hacia un mundo engañoso de evasión.
 
 Última vidriera/
            Conversación con el camarada Lenin: IL morto qui parla "¿Qué
            me importa Faustoque en cohetes feéricos
 se desliza con Mefistófeles por el parquet celeste?
 Sé que un clavo en mi zapato
 es más espeluznante que la imaginación de Goethe"
 Maiakovski
   El conflicto entre
            las fórmulas futuristas y la motivación comunicativa
            con las masas es una constante de su producción. Busca
            reacciones que provoquen una reflexión y que a su vez
            conduzcan a emprender la acción. Con palabras violentas,
            metáforas
            afiladas y crueles. En el prólogo de La nube en pantalones:
 Vuestra mente
 (...)
 la excitaré
 con el trapo sangrante de mi corazón,
 me burlaré hasta hartarme, descarado y mordaz.
 Intenta construir un
            lector con gente
            castigada, que sufría las miserias inherentes a la Rusia
            de los Zares, los abusos de aristocracias y burguesías
            como claramente ocurre en el Misterio Bufo. A la mayoría,
            al pueblo intenta dedicar su obra,
            para que lo comprenda el chofer del comisario de cultura
            y no necesariamente el censor Lunatcharsky. Asimismo ridiculizó
            a los poetas defensores de una belleza simbolista y sonrosada:
 Los Krupp y los Kruppitos
 repintan a la ciudad
            un fruncido de cejas amenazador
 mientras en la boca
 se pudren cadáveres de palabras muertas,
 sólo dos viven y medran:
 "carbón"
 y otra,
 creo que "gazpacho".
 Los poetas,
 empapados en hipos y llantos,
 huyeron de la calle alborotando las melenas:
 "¿Cómo con esas dos cantar
 a la mujer,
 al amor,
 a las florcillas cubiertas de rocío?"
 El poeta que se dirige
            a los "estudiantes, putas, los miles de la calle",
            les grita que no les supliquen versos a esos poetas y construye
            su Yo lírico ofreciéndose al pueblo en sus versos:
 Yo
 me arrancaré el alma,
 la aplastaré
 para ensancharla
 y, sangrante, os la daré por bandera.
 La percepción de un mundo necesitado
            de cambios urgentes
            hace que no pueda cantar a la belleza
            abstracta e idealista -análogamente al juicio de Marx
            y Engels sobre el idealismo hegeliano-
            sino a una belleza
            de la perspectiva futura vislumbrada desde un mundo gris, que
            a pesar del triunfo de octubre, no lograba más que postergar
            los cambios -así lo veía Maiakovski- manteniéndose
            en un lento progreso hacia la utopía.
            Sus temas habituales como la mecánica, la electricidad,
            el dinamismo exacerbado y la violencia,
            muestran esa necesidad explosiva por transformar el ahora para
            crear el mañana hoy, desde una construcción sintáctica
            fluida, con frases largas como una ráfaga de metralleta
            futurista, acompañadas de sentencias breves y secas, como
            el tiro de gracia de una estrofa apuntada a la estabilidad del
            viejo lector. La forma del poema estaba tan presente como su
            contenido lo que suponía un cambio radical. Los significados
            no se pueden aprehender fácilmente, a veces, construye
            ambigüedades evidentes, o al menos, no es tan explícito.
            El nuevo un alejamiento de lo banal y reaccionario en la poesía
            se suma a la necesidad de actuar violentamente contra el estado
            de las cosas, sus textos intentan persuadir al lector hacia la
            acción a través del uso del imperativo:
 Es el general Galifee
 que va a aplastar a los sublevados.
 Fuera, transeúntes, las manos del bolsillo,
 tomad una piedra, un cuchillo, una bomba;
 El que no tenga manos
 venga a dar cabezazos.
 
 Deambula en la locura
            de ese llamado a la insurrección, deseando llegar a una
            expresión máxima de movimiento, caos, aturdimiento,
            lucha y derrota, pero no abandono.En 150.000.000 el pueblo ruso, encarnado en la figura
            de un Iván machacado, agotado, pero insolente y desafiante
            ante el mundo capitalista,
            se enfrenta al presidente de los Estados
            Unidos, Wilson, a la vez que se esfuerza en alcanzar una
            unión casi física con la industrialización
            incipiente, las materias primas rusas, los nuevos ferrocarriles,
            vehículos y carreteras. Puede considerárselo como
            la máxima expresión de las intenciones proletarias
            del cubofuturismo: revolución, progreso a través
            del socialismo, la interacción del ser humano y la máquina, el mundo
            futuro construido aquí y ahora. En lo formal responde
            a una construcción desesperadamente futurista. Atravesada
            de interjecciones, onomatopeyas, cadenas sueltas que enlazan
            versos de apenas dos sílabas, exclamaciones imperativas
            dirigidas a objetos y máquinas, una sucesión de
            acciones bruscas y violentas. De una gran extensión, supone
            un canto a la revolución frente a las dificultades surgidas
            por la primera guerra mundial, la guerra civil y la hambruna
            que las siguió.
 
 ¡Basta de dormir,
 carreteras acunadas por el polvo!
 !Vamo-o-o-o-s!
 ¡I-i-i-i-i-i-i-i-i-i!
 ¡Vamos a las cuencas mineras!
 ¡A por pan!
 ¡A por el negro!
 Sembrado para nosotros.
 
 La aparente contradicción entre la revolución formal
            y la revolución política y social, de la que tanto
            lo acusaron y que incluso hoy hace hablar de la ambivalencia
            que habría entre el burgués Maiakovski y el proletario,
            se deshace en los versos de este texto y en su intención,
            que el autor expresa en su autobiografía:
 
 Terminé ya 150
            .000 .000. Lo estoy publicando sin mi nombre:
            quiero que todos le agreguen cosas y lo mejoren... Me paso los
            días en la Agencia Rusa de Telégrafos. Nos ataca
            toda clase de Denikins. Escribo
            y dibujo sin parar. He hecho como 3.000 carteles propagandísticos
            para la causa y 6.000 textos breves.(20)
 En los términos
            subrayados es clara la intención del poeta, crear un texto que no sólo
            fuese comprendido por un obrero sino al que también ese
            obrero, justamente por ello, pudiera incluso modificar. 
 Estos "gritos" que tanto irritaban a Trotsky y el aparato
            de Estado soviético
            son los versos que tan a duras penas podían llegar a comprender
            los "obreros". Se advierte, sin embargo, una poetización
            del lenguaje más
            llano y tajante, e incluso podemos hablar de lenguaje
            guiñolesco, representado por el teatro popular ruso en
            la marioneta Petrushka.
 
 Llegaré hasta él
 y le diré:
 "Wilson, oye,
 Woodrow,
 ¿quieres un balde de mi sangre?
 Y tu verás..." (...)
 Escucha,
 Wilson,
 bola de grasa!
 
 Trotsky reaccionó
            ante estos versos: "El obrero, a menos el que lea el
            poema de Maiakovski, habrá visto la fotografía
            de Wilson. Y Wilson es delgado, pese a que no dudamos que
            absorbe una buena cantidad de proteínas y grasas"(26). La siguiente apreciación de
            Trotsky sobre La nube en pantalones define la opinión
            de la nueva élite rusa: 
 Esta maestría experimentada
            es incompatible con el diletantismo social, los gritos, la falta
            de respeto por sí mismo, esa fanfarronería insoportable,
            y ese hacerse el genio, a base de cualquiera de los trucos y
            pruebas de los cafés de la intelligentia.(27)
 Lenin antes había
            dicho en una carta a Lunacharski del 6 de mayo de 1921: 
 ¿No te da vergüenza
            votar por la publicación de 5.000 ejemplares de -la obra-
            150 .000 .000 de Maiakovski? Es absurdo, estúpido, monstruosamente estúpido,
            y pretencioso por lo demás. En mi opinión sólo
            una de cada diez de estas piezas debe imprimirse. Y a ti, Lunacharski,
            se te debería azotar por futurista.(28)
 En 1929, Maiakovski
            aún usaba el símbolo de Lenin para construir su
            plan poético. El poema "Conversación con Lenin"
            recrea una charla ficticia entre ellos frente a una "fotografía
            de Lenin en la blanca pared".
 Camarada Lenin,
 le informo
 no por deber, sí por afán del alma.
 Camarada Lenin,
 trabajo infernal
 se está realizando,
 se realiza ya.
 Damos la luz,
 vestimos a pobres
            y desnudos,
 crece
 la extracción
 de carbón y mineral.
 Y a la vez,
 junto a esto,
 cuánta,
 cuánta
 hez
 y cuánta necedad.
 (...)
 Kulaks y burócratas,
 adulones,
 sectarios
 y borrachos
 van, orgullosos,
 el pecho abombado,
 con estilográficas
 e insignias a montones.
 Nosotros,
 a todos,
 sin duda, los aplastaremos.
 
 Su postura fuerte frente
            a los productos de la revolución "adulterada"
            -por Kulaks y burócratas, adulones, sectarios y borrachos-
            terminará encerrándolo en el callejón solitario
            de la decisión final de su vida. Perseguido e incomprendido,
            incluso por el líder a quien dedicara sus poemas, pese
            al acercamiento que intentó hacia las masas. Práctico
            y emocional pero intelectivo, no desdeñaba ningún
            elemento para su escritura,
            los materiales más heterogéneos podían fusionarse
            en su creación. Entonaba sus discursos político-poéticos,
            orales y directos, dirigidos sin intermediarios a la población;
            si un obrero lo entendía estaba demostrada la importancia
            de su creación.
 La correlación coherente entre el compromiso de y con
            la escritura,
            el papel social de productor de discursos y el estilo de vida
            del escritor en tanto
            ciudadano de la cotidianeidad no hacen menguar su noción
            de delicado esteticismo, conformando un caso especial para el
            análisis de la vanguardia.
            La ruptura del pacto de la escritura
            política con su tradicional y exclusivo "contenidismo",
            o panfletarismo, hace del vuelco de esa relación hacia
            el terreno del lenguaje mismo -como creador de mundo(s) y de
            relaciones entre individuos y mundo(s)- una conjunción
            que lograrían años después los lectores
            de la vanguardia al
            generar la llamada neovanguardia.
 
 Así estas vidrieras sobre el cubo Rubik nos hacen percibir
            el fantasma
            de un texto ancestro, que exclusivamente podrá ser corroborado
            al componer una nueva superficie del cubo que, si logra encastrarse
            correctamente, formará exhibiciones, o tal vez ventanales,
            y con suerte, puertas.//
 
 Fotos
   Notas: (20) Hulten, Grassi, Venice y
            otros, Futurism and Futurisms. New York: Phaidon Press Limited,
            1986. P.114 (Traducción mía)(21) Ibíd., 116
 (22) El guión de Pero no por dinero se ha perdido pero,
            sin embargo, puede hacerse una clara idea de su desarrollo a
            través del resumen que otro integrante del grupo futurista,
            Shklovski, integrante, a su vez, del Formalismo, ha dejado de
            él. No entraremos en este trabajo las relaciones del Formalismo,
            muy ricas, para el análisis textual de la Vanguardia.
 (23) El protagonista de La nube en pantalones habla de un modo
            parecido a su enamorada, que lo desprecia:
 "¿Acaso no te acuerdas? Tú decías:
            /'Jack London, dinero, / amor, / pasión'. Mientras yo
            quería solamente / que tú fueses mi Giocconda,
            / para entregarme /desinteresadamente a ti".
 (24) Resulta interesante advertir que en Cuba aún hoy
            se sostiene la misma hipótesis sobre la difusión
            de determinado tipo de cine.
 (25) Maiakovski, Yo: Autobiografía Moscú: 1922
            S/R (el énfasis es mío)
 (26) Hesse, Ob.Cit. 68
 (27) Ibíd.
 (28) Publicada luego en "Kommunist" Nº 18 / 1957.
 
 
 Bibliografía
 " Maiakovski, Vladimir La
            chinche y El baño, (Trad. V. Imbert), Madrid: Edaf, 1964
-------------------------- Misterio bufo, (Trad. V. Imbert),
            Madrid: Cuadernos para el Diálogo, 1971
 --------------------------- Poemas 1913-1916, y Poemas 1917-1930,
            (Trad. J. Fernández Sánchez)
 Madrid: Visor Libros, 1993
 --------------------------- Conversaciones con el inspector de
            impuestos y otros poemas,
 Barcelona: Ediciones 29, 1997
 --------------------------- Vladimir Maiakovski o La rebelión
            de los objetos, (Trad. J. Hesse),
 Madrid: Fundamentos, 1972
 ---------------------------- Poesía y revolución,
            (Trad. J. Fuster y M. A. Oliver), Barcelona: Península,
            1971
 --------------------------- Yo mismo. Cómo hacer versos,
            (Trad. A. García Tirado y E. Soldevilla,
 Barcelona: Alberto Corazón, 1947.
 " Antología poética,
            (Preliminar, selección y traducción Lila Guerrero),
            Buenos Aires: Losada, 1985" Benjamín, Walter "El Flaneur", en Poesía
            y Capitalismo. Iluminaciones II. Madrid: Taurus, 1980.
 " Hauser, Arnold "Bajo el signo del cine", en
            Historia Social de la Literatura y el Arte, Tomo II. Madrid:
            Debate, 1998.
 " Hesse J. Vladimir Maiakovski, Madrid: Epesa, 1971
 " Hulten, Grassi, Venice y otros, Futurism and Futurisms.
            New York: Phaidon Press Limited, 1986.
 " Nakarov, A. Antología de la poesía soviética,
            Madrid: Júcar, 1974
 " Revista "Kommunist" nº 18 / 1957.
 " Shklovski, V. "El arte como artificio", en Teoría
            de los Formalistas Rusos. Bs.As.: Siglo XXI, 1970.
 " Triolet, E. Recuerdos sobre Maiakovski, Barcelona: Kairós,
            1976
 " Tzara T. Siete Manifiestos Dadá, Barcelona: Tusquets,
            1999 [1918].
 |  |