El término "brecha digital" refiere a la desigualdad en
las posibilidades de acceso a la información entre aquellas
comunidades o estados que están
habituados a utilizar las Tecnologías de la Información
y Comunicación (TIC) y aquellos que no tienen acceso
a ellas o que, aunque lo tengan, no saben cómo utilizarlas.
Esto también ocurre entre sectores o grupos dentro de
una misma sociedad y constituye según algunos analistas
uno de los más complejos desafíos del milenio en
cuanto a derechos civiles.
La desigualdad
en las posibilidades para acceder a la información, al
conocimiento y a la educación
luego del revolucionario advenimiento de Internet,
determina la existencia de una creciente brecha en el mundo.
Según datos aportados por ABC News en julio de
2002, de cada veinte personas en todo el planeta, una está
conectada a Internet.
A pesar de representar sólo el 5% de la población
del mundo, Estados Unidos
alberga cerca de un 60% de los usuarios de Internet.
Entretanto, en África hay apenas 14 millones de líneas
telefónicas, menos que en Manhattan o Tokyo.
El abrumador crecimiento
de la red de redes en los últimos años quedó
demostrado en el estudio realizado en Julio de 2000 por B.H.
Murray y A. Moor de Cyveillance, empresa proveedora de
información sobre comercio electrónico. Según
el estudio, existían en ese momento 2.100 millones de
páginas web, con una tasa de crecimiento de 7.3 millones
de páginas web por día. Más recientemente,
el buscador Google consigna la existencia de más
de 4.200 millones.
La desigualdad en el
acceso a Internet
no se da solamente entre países de características
económicas dispares, sino también dentro de las
zonas de desarrollo económico
similar, como Europa y Estados Unidos,
e incluso entre los habitantes de un mismo país, por razones
de renta, etnia, educación
o edad.
Costos injustos
El creciente
aumento de la brecha digital ha provocado gran preocupación
de organizaciones internacionales, organismos no-gubernamentales,
así como también del sector empresarial, por el
hecho de que los países del Sur, con escasos recursos
para beneficiarse económicamente de las nuevas Tecnologías
de la Información y la Comunicación (TIC),
puedan quedar más marginados aún por la revolución
de la información.
Tal como fue publicado
en enero de 2003 en Revista del Sur (http://www.redtercermundo.org.uy/revista_del_sur/), un estudio de la Organización
Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) -agencia intergubernamental
que administra los tratados de protección de las invenciones
humanas- concluyó que el sistema internacional de propiedad
intelectual podría ser empleado para reducir la brecha
digital entre países industrializados y tecnológicamente
en desarrollo. En ese se ofrecen algunos datos que ilustran las
dimensiones de la brecha: El costo del acceso a las infraestructuras
de telecomunicaciones varía entre países y entre
regiones, aunque en general el precio más elevado en el
mundo en desarrollo lo coloca en desventaja respecto de la celeridad
y el crecimiento del comercio electrónico. El costo del
acceso mensual a Internet
equivale en Nepal a 278 por ciento del ingreso promedio mensual
de la población, en Sri Lanka asciende a 60 por ciento,
mientras en Estados Unidos
absorbe apenas 1,2 por ciento de ese concepto.
La cumbre de Ginebra
La conferencia El Orden Mundial de Internet: Eliminar la Brecha
Digital Global, del Secretario General de las Naciones Unidas
Kofi Annan, llevada a cabo el 18 de junio de 2003, dirigida a
líderes empresariales, centró su análisis
en el rol de la industria en la reducción de la brecha
digital y sentó las bases para la Cumbre Mundial sobre
de la Sociedad de la Información (WSIS,
por sus siglas en inglés)
que sesionó en Ginebra del 10 al 12 de diciembre de 2003.
La Declaración de Principios de la WSIS se titula: Construir
la sociedad de la información: un desafío mundial
para el nuevo milenio. El documento se divide en tres partes:
A) Nuestra visión común de la sociedad de la información,
B) Una sociedad de la información para todos: principios
fundamentales, y C) Hacia una sociedad de la información
para todos basada en el intercambio de conocimientos.
El primer apartado, luego de una serie de consideraciones entre
las cuales se hace referencia a los Artículos 19 y 29
de la Declaración Universal de los Derechos Humanos
(acerca de la libertad
de expresión y de los deberes de las personas hacia la
comunidad respectivamente),
declara en su numeral 10: "Somos plenamente conscientes
de que las ventajas de la revolución de la tecnología
de la información están en la actualidad desigualmente
distribuidas entre los países desarrollados y en desarrollo,
así como en las sociedades. Estamos plenamente comprometidos
a hacer de esta brecha digital una
oportunidad digital para todos, especialmente aquellos que corren
peligro de quedar rezagados y aún más marginalizados.".
Debe destacarse también
el numeral 17: "Reconocemos que la construcción
de una sociedad de la información incluyente requiere
nuevas modalidades de solidaridad, asociación y cooperación
entre los gobiernos y demás interesados, es decir, el
sector privado, la sociedad civil y las organizaciones internacionales.
Reconociendo que el ambicioso objetivo de la presente Declaración
-colmar la brecha digital y garantizar un desarrollo armonioso,
equitativo y justo para todos- exigirá el decidido compromiso
de todas las partes interesadas, hacemos un llamamiento a la
solidaridad digital, tanto nacional como internacionalmente.".
Luego se establecen los siguientes principios fundamentales:
1) La función de los gobiernos y de todas las partes interesadas
en la promoción de las TIC para el desarrollo, 2) Infraestructura
de la información y la comunicación: fundamento
básico de una sociedad de la información para todos,
3) Acceso a la información y al conocimiento, 4) Creación
de capacidades, 5) Crear confianza y capacidad en la utilización
de las TIC, 6) Entorno habilitador, 7) Aplicaciones de las TIC:
ventajas en todos los aspectos de la vida , 8) Diversidad e identidad
cultural, diversidad lingüística y contenidos locales
9) Medios de comunicación,
10) Dimensiones éticas de la sociedad de la información,
11) Cooperación internacional y regional.
Finalmente quedó establecido que la segunda fase de la
WSIS sesionará en Túnez en noviembre de 2005.
Peces gordos en
la red
La interpelación a líderes empresariales parece,
por el momento, el principal modo de abordaje de esta problemática.
En el año 2000, líderes del Grupo de los ocho
países más industrializados del mundo (G8)
crearon un Equipo de Operaciones para la Oportunidad Digital
(DOT Force) para buscar formas de sortear esta brecha
entre los países tecnológicamente desarrollados
y subdesarrollados. Una de las tareas del Equipo es apoyar el
desarrollo de una infraestructura de comunicaciones en los países
del Sur, insertándolos en la revolución económica
provocada por Internet.
Este Equipo de Operaciones
reúne a las principales empresas líderes en tecnología
informática, medios, comunicaciones y entretenimientos
del mundo.
En contrapartida, han
surgido movimientos que establecen que la globalización
-entendido el fenómeno en el contexto del desarrollo de
las tecnologías de la comunicación y a su efecto
cultural- contribuye a reforzar y expandir la colonización
de los países del Sur por parte de los del Norte y a aumentar
las diferencias entre ricos y pobres.
Los críticos de la globalización
consideran, además, que aunque este fenómeno
esté resultando favorable para la prosperidad económica
es definitivamente contrario a los objetivos de equidad social.
Estos grupos de opinión sostienen que los esfuerzos por
cerrar la brecha digital responden a intereses publicitarios
y comerciales, más que las intenciones de distribuir equitativamente
los beneficios de la tecnología, lo cual condiciona los
contenidos de Internet.
La subordinación
de los intereses sociales y culturales a los intereses empresariales,
se manifiesta en episodios como el reciente conflicto entre Microsoft
y la Comisión Europea en marzo de 2004. Según
el organismo europeo, Microsoft no ha proporcionado suficiente
información sobre el funcionamiento de Windows a sus competidores
y ha obstaculizado la inclusión en su sistema operativo
de software audiovisual de otras compañías. Ambas
partes han tratado en vano de llegar a un acuerdo y, según
diversas fuentes, las conversaciones continúan. De acuerdo
a informes de prensa, el borrador de la decisión de la
Comisión exige que la empresa comparta información
con sus rivales y ofrezca a los fabricantes de computadoras una
versión más simple de Windows.
Oportunidad Digital
contra Pokemon
Según un artículo
de Andy Carvin publicado en la revista MultiMedia Schools
(Mind the Gap: The Digital
Divide as the Civil Rights issue of the New Millenium, http://www.infotoday.com/MMSchools/Jan00/carvin.htm), la brecha digital es uno
de los desafíos más graves del nuevo milenio en
cuanto a derechos civiles. Carvin pertenece a la Fundación
Benton (una organización con sede en
Washington D.C, que busca lograr una concientización de
la existencia de la brecha digital) y
es coeditor del Canal para una Oportunidad Digital (Digital Opportunity Channel), un portal de Internet
centrado en el uso de las tecnologías de la información (TICs) para
el desarrollo sostenible. Uno de los objetivos fundamentales
de estas organizaciones es evitar que el poder de movilización
y de difusión de ideas alternativas que tiene Internet
se ahogue por falta de recursos o ante la explosión de
publicidad de las grandes compañías. Según
Carvin, la brecha digital es un puzzle
de cinco piezas: acceso, contenidos, alfabetización, pedagogía
y comunidad.
Acceso: Internet
tiene el potencial necesario para brindar a sus usuarios nuevas
habilidades y nuevas perspectivas. El hecho de estar desposeído
de esta tecnología implica estar segregado en la periferia
de la vida pública.
Contenidos: Hasta tanto
Internet no tenga contenidos
con un verdadero valor para todos sus potenciales usuarios, va
a continuar siendo un lugar para una élite. Si la mayor
parte de lo que se encuentra en la Red tiene que ver con compras
en línea, pornografía
o clubes de intercambio de Pokemon, se podría concluir
que no es muy importante el hecho de tener o no acceso a Internet. La Red de
redes se muestra como un espacio variado; sin embargo si se lo
compara con la riqueza de la diversidad cultural de la humanidad
en el mundo real, la Red parece ser poco sólida.
Alfabetización:
La brecha digital tiene que ver con el nivel de analfabetismo,
que padecen en gran medida los países subdesarrollados,
pero que también es uno de los "pequeños
secretos sucios de (los Estados
Unidos de) América". Carvin recuerda que
en su país existe un analfabetismo
funcional. Hay millones de jóvenes y adultos -44 millones,
uno de cada cuatro, en 1993- que tienen serias dificultades para
llenar formularios, seguir instrucciones escritas o para leer un diario.
Otro parámetro importante es el alfabetismo informativo
y la importancia del mismo a la hora de usar Internet.
Pedagogía: El acceso a Internet
en las escuelas carece de sentido si las maestras no están
preparadas para sacar provecho de la tecnología.
El texto de Carvin argumenta que las maestras que utilizan como
recurso educativo la interacción están más
predispuestas a recurrir a Internet.
Sin embargo, aún existen técnicas
educativas obsoletas que descartan las prácticas interactivas,
dejando de lado por completo a la Red.
Comunidad: la brecha
digital está relacionada con el fomento o no de una comunidad
de internautas. Es necesario que existan espacios públicos
en Internet -foros- de forma que las personas que lo quieran
se puedan reunir sin ser agobiados por publicidad.
Si los individuos no pueden construir vínculos significativos
en línea, es difícil que se sientan atraídas
hacia Internet.
*Publicado originalmente
en La Guía del Mundo
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