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Amir Hamed
ISSN 1688-1672

 



TERRORISMO - MASS MEDIA - GUERRA - INTERNET - VIOLENCIA -


Hacia el Kalahary y las mentiras del Sr. Kerry

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Oscar Portela

Basta que nos preguntemos, en el vértice de la falta de sentido de la existencia, en el torbellino de la vida racional de las culturas del primer mundo -también de las marginales- el por qué de la necesidad autodestructiva, del aumento día a día del suicidio. Más allá no se puede ir: es la antigua "hubris" griega que se paga con el retorno de la tragedia que hoy envuelve al planeta

La creciente tribalización de la que dan cuenta los mass-media, en las grandes urbes, merced a la violencia incontrolable y sin causales sociales de los países del primer mundo, son la expresión más evidente de que todo organismo comunitario ha colapsado, fundamentalmente por dos razones: la imposibilidad de restituir al imaginario colectivo un proyecto emancipatorio democrático, (el sueño infantil de Cornelius Castoriadis), que sólo puede surgir de una memoria colectiva, que, advertidos por Heidegger, caía en el olvido más absoluto, tanto a nivel individual como colectivo, para tornar toda vida comunitaria, en una cárcel aparentemente (virtual) libre, es decir, en el engranaje de un "socius", que ningún horizonte tiene que dar, más que el vértigo del acto violento que se justifica a sí mismo, más que cualquier otra explicación.

Ni el colectivismo ni la democracia (qué diferencias encontramos hoy en éstos aparentes antagonismos que señalaba Heidegger), son soluciones cuando los Estados Representativos, han pasado a ser, polichinelas de las fuerzas oscuras de un capital que reposa en la fuerza de los ordenadores, de los chips, de una técnica al servicio de redes, que capaces de destruir un planeta, son también en el fondo, profundamente virtuales.

En segundo lugar, la violencia silenciosa pero mas-mediática del crimen serial, llamado por los criminólogos de "copycat", en el cual un individuo debe mostrar a la sociedad sus capacidades, a veces, con forma de denuncia moral, y que en una sociedad competitiva en todo caso se trata del mejor.

La violencia colectiva o individual habla de una psicosis de masas cuya fuerza, reprimida por una cultura en la que paradójicamente la libertad negativa, sumada a la sociedad del control de las pulsiones psíquicas, no dan sino como resultado la violencia sin contenido comunitario y sin otra explicación que el autismo que a invadido el planeta, no es sino el final del olvido del "ser", la expulsión de "nemosine" a alta velocidad en términos de Heidegger.

Hace pocos días un adolescente inglés mató a martillazos a un amigo que jugaba con él a algún ejercicio virtual policiaco u de guerra, tal como lo indicaba el "programa". Es ese adolescente un asesino? En qué código penal puede calificarse una conducta anómala surgida bajo la "droga" de la fuerza de las imágenes, y menos aún, de un acto criminal de tipo pasional?

Del mismo modo que el ordenamiento del mundo mediante tratados y organismos multinacionales, han sido y son casi simulacros (el derecho internacional llamaría a risa), el derecho penal resultaría tan petrificado como las momias egipcias.

Ahora bien, escuchemos a uno de los tantos profetas del infantilismo positivista y pragmático prometer enmendar las llagas que muestran el retroceso de la cultura planetaria hacia el planeta de los simios: "Nosotros - es decir el pueblo norteamericano- se propuso ir a la luna y ahora investigamos marte", algo así como que para las sociedades de buena voluntad nada es imposible, ni erradicar la guerra, el hambre, las injusticias cualesquiera fueran. Faltó decir que si un día nos propusiéramos tocaríamos con nuestras manos la eternidad, siempre por supuesto, de la mano de la técnica. Estas propuestas que plantea el Sr. John Kerry (candidato presidencial estadounidense), se vienen preparando hace 2500 años, desde la Grecia bárbara y no dependen del concepto de libertad jurídica manejado en la actualidad por nosotros, porque la libertad es dueña del hombre, de su fundamento y de su abismo y la decisión proviene de la oculta esencia de la técnica

Basta que nos preguntemos, en el vértice de la falta de sentido de la existencia, en el torbellino de la vida racional de las culturas del primer mundo -también de las marginales- el por qué de la necesidad autodestructiva, del aumento día a día del suicidio. Más allá no se puede ir: es la antigua "hubris" griega que se paga con el retorno de la tragedia que hoy envuelve al planeta. Es decir que el Sr Kerry no es Marco Aurelio, y que tampoco, va a instaurar ni tan siquiera la "pax romana".

Pero a quién le importa en verdad esto. A quienes están envueltos cómodamente en la realidad del refugio mass-mediático y toman los simulacros como los presos de la caverna platónica? Decir que Estados Unidos va a la guerra sólo cuando tiene que ir, es mentir soberanamente a una audiencia cuyo infantilismo cívico raya en la esquizofrenia, sobre todo cuando se comienza diciendo "yo no voy a mentir".

Por ultimo la promesa, la eterna promesa que nadie, ni el mismísimo Kant pudo sostener: terminar con el "terrorismo internacional" que es hoy casi lo mismo que afirmar que se terminará con el consumo de drogas o que finalmente seremos eternos. Reivindicar nuestra condición de "mortales" a quienes se les ha dado como fundamento el peligroso abismo de la "libertad", constituye el primer paso que debemos dar para reencontrarnos con nosotros mismos en las imágenes de las "cavernas". De ahí venimos y hasta allí podemos retroceder.

 

Corrientes. Argentina. Julio 2004.

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