El
sonido y la furia
No
hay nada nuevo en el mundo del espectáculo. Desde que
James Dean se declaró un rebelde sin causa y el rey incendió
morales y escenarios con sus movimientos, la industria musical
tuvo en los adolescentes un indiscutido protagonista
a quien ofrecer sus servicios.
Como alguna vez cantó Charly: "¿Te acuerdas
de Elvis, cuando movió
la pelvis el mundo hizo plop y nadie entonces podía entender,
qué era esa furia? Corbatas con saco gris, flequillo sólo
hasta la nariz. La historia prosigue pero, amigos, yo ya la ví."
El
nuevo anzuelo se llama teen-pop: virginales diosas junto
a hormonales grupos de jovencitos dominan los charts,
asesorados por managers y sostenidos por éxitosos
songwriters que saben lo que pide el mercado. Todo envuelto
en videos, televisión e Internet para que el
paquete resulte irresistible. No hay porque asustarse, incluso los
más grandes pasaron por eso, incluso The Beatles, incluso ellos.
Una aclaración
Antes
de Sgt. Pepper, antes del Álbum Blanco y
muchísimo antes de Get Back, los "Fab Four"
encarnaron el mejor ejemplo posible de "banda fabricada".
Desechando sus primitivos atuendos teddy-boys, Brian Epstein
les había mandado circulares sobre su actuación,
obligado a llevar traje y elegido los temas de sus primeras grabaciones,
delirantes versiones de Velas rojas al sol poniente y
Bésame mucho.
Obviamente Rubber Soul marcó la primera (gran) diferencia entre lo que eran
y lo que serían, pero en 1962, Lennon, McCartney, Starr
y Harrison eran una "boy band", con un manager-jefe
encargado de todos sus asuntos, desde lo financieros hasta los
personales.
Sigamos de largo ahora, hasta donde comenzó a hacerse
realidad aquel viejo sueño de "all you need is
love"... para vender discos. Muchos millones de discos.
El planeta de los niños (1993-?)
"Nunca
hubo un tiempo mejor para tener 12 años y una buena voz.."
Editor de revistas
teen-pop.
"Nuestro
primer disco fue muy político. Tenía que dejar
conforme a muchas personas, porque éramos marionetas.
Hacíamos lo que a la discográfica le parecía
que sonaba bien o quedaba lindo, o que no parecía riesgoso."
Chris. N'Sync.
Todo comenzó en Orlando, Florida, en 1993, con cinco jóvenes
que soñaban con triunfar en los parques temáticos
de la zona. Louis Pearlman (inicial
génesis y posterior némesis del grupo), pensó
que con su apoyo podían volverse los nuevos New Kids
on the Block e invirtió tres millones de dólares
en un grupo que ya le respondía con creces actuando compulsivamente
en lo que se convertiría en circuito obligado de los aspirantes
a estrellas: shoppings, Mundo Marino y escuelas secundarias.
Con un contrato bajo el brazo y el rechazo de una Norteamérica
adicta al grunge, enfilaron hacia Europa. Allí
triunfaron, volvieron a triunfar y decidieron regresar. Corría
1997 y su Quit Playing Games (With My Heart) conquistó
Norteamérica, marcando el inicio de una Odisea Pop poblada
de discos, dinero y escándalos: Los Backstreet
descubrieron que a pesar de las ventas millonarias, las giras
y los contratos publicitarios, sus cuentas sumadas no llegaban
a cubrir los seis ceros. ¿Dónde estaba todo ese
dinero? Con abogados asesorándolos descubrieron que su
manager les había creado un rival: 'N Sync.
Envueltos en un juicio interminable que amenazaba arruinar la
presentación de Millenium, su nuevo disco, aceptaron
un acuerdo por el cual Pearlman obtenía la sexta parte
de "todas" las ganancias de la banda.
Brian, integrante del grupo, comenta furioso: "Es ridículo.
El tipo no hace nada y, encima, cobra". Esa es la razón
de que su último disco se llame Black and Blue
(Negro
y Triste).
La historia se repitió poco después cuando ´N
Sync, la nueva creación de Pearlman, rompió
el contrato y editó un disco declarando su libertad.
Los chicos sólo quieren divertirse... solos.
El dueño del circo
"La
culpa es de los abogados, que les cantan cosas al oído.
Lo cierto es que ellos no eran nadie y yo invertí mucho
dinero en hacerlos famosos. No importa. Ya tengo un nuevo grupo.
En fin... Es el riesgo de trabajar con gente muy influida por
sus padres"
Lou Pearlman sobre sus antiguos discípulos.
Lou Pearlman, (conocido
también como Big Poppa), puede situarse cómodamente en
la misma línea del negocio donde antes brilló el
coronel Parker. Desde Orlando, Florida, donde funciona Transcontinental,
su discográfica, Pearlman esta concentrado en la producción
de nuevas bandas. Sus "descubrimientos" incluyen a
LFO, Take 5, C Note, Innosense, Mista
Brizz, Phoenix Stone y Dakari.
Como todo magnate que se precie, ante las denuncias por explotación
y rapiña, Big Poppa presentó batalla. El resultado
fue Making The Band, reality-show televisivo donde desnuda
el mecanismo de creación de una "boy-band",
aprovechando la ocasión para humillar a sus ex-alumnos,
mostrándole al mundo cómo funciona ese asunto de
"crear ídolos que se creen con talento".
En el programa se muestran desde las primeras audiciones, con
miles de aspirantes, donde Pearlman muestra su lado "humano",
riendo ante los nervios y las lágrimas de los participantes,
hasta el final, donde los cinco afortunados elegidos formaran
un nuevo grupo, propiedad de Transcontinental.
En el camino quedan algunas cosas en claro; principalmente, quien
es el dueño del negocio. Ejemplo 1: dos concursantes salen
a divertirse y violan el toque de queda impuesto por Big Poppa.
Los productores los aleccionan sobre su condición: "Todavía
no son estrellas. Son ratas de laboratorio. Son reemplazables".
Los chicos no dicen ni mu. Ejemplo 2: Pearlman confiesa que no
dará un centavo más del necesario; mientras se
ve a un esmerado conjunto de coreógrafos, estilistas,
vestuaristas y compositores enseñando desde cómo
armonizar y bailar hasta la manera correcta de dirigirse a los
medios.
"Todo es arcilla", explica Franck Sicoli, vicepresidente
de Transcontinental. "Alguien viene con su talento
natural y lo moldeamos. Es así de sencillo."
Una "boy band" marca Pearlman tendrá, entonces,
un rebelde, un lindo, un agradable, un étnico y un simpático.
La suma de gustos posibles para un mercado superpoblado pero
todavía ávido de caras nuevas.
Las mujeres también
lo hacen
"Primero
querían ponerme Christie Agui. Después, nada más
que Christina. Luego, Christina Atee o Christina María,
no me acuerdo."
Christina
Aguilera.
Popstars es el equivalente femenino de Making The Band:
se eligen cinco chicas de un inmenso casting y se las sigue durante
el proceso que promete convertirlas de simples adolescentes soñadoras
en objetos de adoración masiva para miles de niñas/os
similares a ellas.
Popstars nació en Australia, donde llegó
a captar el 52 por ciento de la audiencia. La banda resultante
se llamó Bardot, (nombre
elegido por los televidentes), y con Poison, su primer single,
ingresaron al Top Ten de Australia y Nueva Zelanda.
Durante el 2000, las chicas Bardot sólo tuvieron
diez días de vacaciones. En este momento
están renegociando su contrato, empeñadas en escribir algún
tema de su nuevo disco con el cual obtener royalties.
En Inglaterra, fiel consumidora del producto, los trece episodios
obtuvieron altas mediciones, en parte gracias a Nigel Lythgoe,
productor general, quien humilló a los participantes y
calificó al preferido del público de "mecánico
de cuarta".
Hear' Say, la banda (mixta) resultante,
arrasó los charts con su simple Pure & Simple.
Tan bien les fue, que Tony Blair consideró seriamente
convocarlos para su campaña, aunque luego, por consejo
de sus asesores, desistió.
La razón no le faltó: Hear'Say no esta vendiendo
en la actualidad ni simples ni entradas para su gira nacional.
Algo mejor les va a los cinco finalistas que perdieron: Richard
Branson, ex-Virgin, los reunió bajo el nombre de
Liberty y empezó a promocionarlos como una banda
de rhythm, blues y funk.
Easy Money
En
el 2000, cuarenta nuevas "boy bands" fueron lanzadas
al público. La mayoría no sobrevivió. Mientras
Mariah Carey se disfraza de Jennifer Lopez, Christina Aguilera
sigue en la cima junto a su ex-compañera Britney Spears,
de la cual intenta deshacerse con poca y ninguna diplomacia:
"No me gusta ser falsa ni artificial... Aunque si Britney
se puso tetas, estoy segura de que alguna buena razón
habrá tenido".
A pesar del siempre iracundo Eminem y la furia hormonal de Limp
Bizkit, lo mismo sucede en el rubro hombres, con los Backstreet
Boys ubicados cómodamente en el octavo lugar en la
lista de los cien artistas más poderosos de Forbes;
y una Europa dominada por el S Club 7.
Las estrellas pop adolescente mandan. En el mercado y en los
medios. Basta con
mirar sus cifras: PopOdyssey, reciente gira de los 'N
Sync embolsó 2,5 millones de dólares por noche;
y su trabajo post-Pearlman, No String Attached, marco
el récord de copias vendidas en una semana: 2,4 millones,
1,1 de los cuales se vendieron el mismo día de su salida.
Las ventas sumadas, de los cuatro contendientes a la corona teen-pop
(Backstreet
Boys, 'N Sync, Cristina Aguilera, Britney Spears) llega a los
76 millones de placas.
La gallina de los huevos de oro en edad de empollar. Ni más
ni menos.
Héroes y villanos
"Funkmaster
Flex pasó mi música por la radio,
y ni siquiera pasó a Britney."
Christina Aguilera. Rolling Stone, 2000.
En el intento de alcanzar la cima todos los escrúpulos
parecen evaporarse: peleas entre viejos y recién llegados
(Backstreet
versus 'N Sync, Christina Aguilera versus Britney Spears), entre integrantes
del mismo grupo (Spice
Girls),
o entre ex-compañeros (Robbie
Williams vs. Gary Barlow). En medio de la batalla se pueden contar
bajas (Bros), y viejos
condenados por el bien de todos (Milli Vanini).
Lo único claro es el objetivo final. Colocar un tema en
el Top Ten es el sueño dorado: cuatro mil ventas alcanzan
para entrar; veinte mil valen un primer puesto. El mínimo
error es un pase de ida, sin regreso posible, porque, se sabe,
hay una interminable lista de espera con ansiosos llenos de coreografías,
canciones y muchas, muchas ganas de ver su nombre brillando en
las marquesinas.
La canción sigue siendo la misma
"Dos
años atrás podías arreglártelas con
uno que cantara bien y otros que tuvieran buen cuerpo. Ahora lo más
importante son las canciones. Tienen que ser buenas, es decir,
tienen que vender mucho".
Shane Filan. Boyzone.
Según
la leyenda, luego de triunfar con The Beatles,
Epstein decidió que le resultaría fácil
hallar nuevos talentos. Para asegurarles el éxito acudió
a la reserva de los "Fab Four". Así Billy
J. Kramer and The Dakotas consiguieron ¿Quieres
saber un secreto? y Mala Conmigo (ambas Lennon/McCartney) y Cilla White
Amor del amado (McCartney).
Treinta años después la fuente de éxitos
es Max Martín, ex-cantante de heavy metal que descubrió
el secreto de escribir para otros y cobrar, muy bien,
por el servicio. Su eficacia parece demostrada en su lista de
clientes: Ace of Base, Bryan Adams, Celine Dion, Bon Jovi,
Britney Spears y Backstreet Boys se pelean por él.
Como un empresario experto, Martín atiende en la web:
www.cheiron.es y www.tonos.com, donde los ignotos interesados
pueden dejar sus currículums con la esperanza de ser elegidos.
¿Qué piensan los veteranos del asunto? En Mojo,
revista especializada, un jurado compuesto por compositores de
la talla de Paul McCartney y Brian Wilson eligieron las cien
mejores canciones del siglo. El primer puesto fue para In
My Life (Lennon/McCartney). La sorpresa
es hallar a Baby, On More Time (de Martín) en el puesto 97.
¿Nos estaremos perdiendo de algo o la industria ya no
es lo que era?
Poperos bonitos, bieneducaditos
"Creo
que les gusto a los fans porque soy un innovador nato, un rebelde:
me tiño el pelo, me pongo un arito... Les recomiendo a
todos que sean así de cool, siempre y cuando sus padres
estén de acuerdo. En cualquier caso, después te
puedes lavar el pelo y sacar el arito, ¿no?"
A. J. Backstreet Boys.
"Mi
imagen es un fiel reflejo de
mi persona: soy un angelito"
Charlotte Church.
La imagen lo es todo.
Si hay algo que parece obsesionar a los nuevos reyes pop es la
supremacía de lo correcto. El temor a perder lo conseguido,
a que los padres de sus fans los odien, a que nadie los quiera,
domina hasta la asfixia la pequeña burbuja que dicen habitar.
Ser un ejemplo parece la consigna dominante, aunque Christina
Aguilera sea perversamente angelical y uno de los Backstreet
tenga un extraño... ¿peinado?, tatuajes y aros
por todos lados.
La corrección es todo. Por eso sorprende encontrar en
ese aséptico decorado a Gregory Dark.
Dark se hizo famoso durante los 80' gracias a su habilidad para
que los actores abandonaran todas sus reservas morales con él. ("Era muy bueno
en lo mío. Y lo mío era hacer que los actores se
comportaran como animales. Pulverizar sus escrúpulos sociales,
borrar de sus cabezas todo lo que les habían enseñado
sus padres desde la infancia. Ni siquiera me hacía
falta levantar la voz. Me bastaba apelar a sus egos. La gente es capaz de cualquier cosa
por orgullo, incluso bestializarse. Y eso era lo que filmaba:
el momento en que esos seres humanos
se convertían en algo no precisamente humano").
Gracias a este talento una banda de heavy metal llamada Sublime
le pidió que dirigiera uno de sus clips. Y el clip llegó
a MTV. Desde entonces
el director no paro de trabajar, con sus servicios centrados
en las reinas del glamour virginal.
Mandy Moore, Britney Spears y Leslie Carter, entre otras, usaron
sus servicios, con la anuencia de padres y directivos a los que
no parece importarle demasiado el pasado del director si los
videos triunfan en MTV.
¿Un ejemplo? Filmación de ¡Like, Wow!
de Leslie Carter. La chica esta pasada de peso, los ejecutivos
de DreamWorks preocupados por la perdida de tiempo y dinero.
Los maquilladores susurran que es imposible ocultar los rollitos
de la estrella. ¿Qué propone Dark? "Les voy a decir
qué pueden hacer, qué necesita Leslie. Qué
edad tiene: ¿catorce? La edad perfecta para tener un fiolo
y una buena adicción al crack. Un año
con un fiolo, haciendo crack y les garantizo que nuestra Leslie
estará tan estilizada como la quieren."
Aunque sea una anécdota, aunque sólo hallan escuchado
estas palabras los ejecutivos, aunque gracias al propio Dark
la estrella pueda tomarse un descanso en medio de la filmación
y vuelva relajada y confiada,
(y termine el video mejor que como lo empezó), las dudas
persisten: ¿Lobo estás?
Let it be
Lo
que parece nuevo no lo es. Nuevos disfraces para viejos productos.
Nombres que vuelven del pasado (The
Patridge Family, The Archies). Todo mezclado en la ilusión
de lograr dinero pero también respeto (Britney Spears cantando Satisfaction,
Brian May y los Five en una remozada versión de
We Will Rock You), mostrando que el producto no ha cambiado,
sólo se ha reciclado para venderse en los supermercados,
junto a lo diet, liviano y rápido, ayudado por las nuevas
tecnologías, los reality shows y el auge de MTV.
Y en medio de todo el sonido latino, como un nuevo
gajo del árbol: galanes que pasan del castellano al inglés
(Ricky Martin,
Enrique Iglesias),
buscando lugar en un mercado siempre esquivo a los extranjeros.
Los Estefan patentando su sonido y vendiéndolo como rosquillas.
Bandas reivindicando "lo latino". Jennifer Lopez
intentando deletrear con titubeante español una estrofa.
¿Tremendo return?
Sí, a veces vuelven, como temió King...
El futuro ya llegó
En
su novela Idoru (1996), William Gibson
anticipaba un nuevo ídolo virtual. Tres años después
aparecieron los Gorillaz y el tiempo, último enemigo
del teen-pop, se retiró, agotado.
Nacidos de la mano de Damon Albarn, líder de Blur,
y Jamie Hewlett, ilustrador de Tank Girl, los cuatro dibujos-animados/personajes
de la banda parecen una caricatura del pop actual y el sueño
de cualquier publicista multitarget: está 2D, cantante,
23 años, maníaco de la melódica y grafitteador compulsivo;
Murdoc, bajista, satanista, 35 años; Noodle,
guitarrista, experta en artes marciales, 10 años, y, Russell,
baterista, 25 años.
Hewlett define: "No
quisimos tanto hacer una crítica a la existencia de grupos
manufacturados como al hecho de que nadie parece capaz de hacerlos
bien. Hoy, el negocio de inventar un grupo pop llegó a
un punto en el que está totalmente fuera de control. No
hay nadie capaz de realizar un trabajo medianamente decente.
Las bandas fabricadas suenan todas iguales, son todas lo mismo:
una mierda. Damon y yo decidimos fabricar nuestra propia banda
y hacerla really fucking cool".
Tras el sonido de los Gorillaz hay una buena cantidad
de profesionales: además del propio Alban, esta Dan Nakamura
y sus amigos Miho Hatori (Cibo
Matto),
Kid Koala (Tha
Funkee Homosapien), Tina Weymouth y Chris Frantz.
Como sucede con todo producto éxitoso, la industria ya
a intentado un acercamiento. Según rumores, Steven Spielberg
estaría interesado en producir un largometraje con los
cuatro personajes.
Ninguno de sus creadores ha hecho declaraciones al respecto,
pero en el futuro pop todo es posible.
The Long and Winding Road
John
Lennon pidiendo perdón por decir que "los Beatles
eran más grandes que Cristo", los primeros (inocentes) discos de
los Beach Boys... lo reconozcan o no, muchos rockeros estuvieron
alguna vez demasiado cerca de lo que el pop adolescente representa;
la diferencia está en el camino a seguir.
En los últimos discos de 'N Sync y Backstreet
Boys pueden notarse síntomas de cambio. A pesar de
que ambos siguen fuertemente controlados por presiones externas
y dominados por (espantosas) coreografías,
The Call (Backstreet) y, en menor
medida, Pop ('N
Sync)
pueden aportar algo nuevo al fenómeno que ambas bandas
han protagonizado con éxito. Como siempre, el tiempo dirá
qué queda de todo esto.
Por ahora, en medio de revivals y rumores de un homenaje a The
Monkeys como precursores de la movida, sólo queda
preguntarse: ¿qué se puede hacer, salvo ver películas?
Tal vez, -y sólo tal vez- aprender a cantar.
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