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En estas páginas
hemos escrito y puesto las cosas bien
claras sobre todo eso que se dice llamar pomposamente “rock
latino”, una etiqueta que para lo único que sirve
es para que algunos mediocres sueñen con viajar a Miami
a grabar un unplugged, tomen partido por la guerrilla de Chiapas
y sonrían cuando entran en el top 20 de la Mtv.
Los discos pasan y quedan pocas canciones. Las bandas llegan
al cielo y sólo vale la pena escuchar a Chico Science,
Café Tacuba, Maldita Vecindad, La Ley y algunas de las
mejores cosas que siguen pasando en el Río de la Plata.
España ausente, porque queda en Mtv Europa.
El fenómeno “latino” apesta, y demuestra en
su pobreza creativa que los dos grandes polos por excelencia
del rock
en castizo continúan siendo España y el Río
de la Plata.
Lo dramático resulta cuando últimamente se les
ha dado
por decir a ciertos críticos musicales locales que el
rock
de la madre patria está muerto, que basta con escuchar
a los Héroes del Silencio. Evidente, es como generalizar
la tendencia a la mediocridad de estas latitudes a partir de
exitosos grupos como La Renga o Caballeros de la Quema. Lo que
sucede es que tras la caída de los super grupos
de los ochenta, poco conocemos del rock independiente español,
de experiencias como la del sello Triquinoise (donde se destacan
las obras de Javier Corcobado y Malcolm Scarpa), del rock indie
llevado adelante por el sello Monster, de la aparición
de grupos alternativos de nombres tan atractivos como El niño
gusano, El joven Bryan superstar o El regalo de Silvia, o de
los ataques de los gallegos Def con dos.
El rock urbano español sigue ardiendo, y también
algunos
de los viejos héroes, como los Siniestro Total y Loquillo,
no paran de sacar buenos discos. Claro, también siguen
estando los punks vascos, que insistirán con su malhumor
por lo menos hasta el 2030.
Pero como no los pasan en las fm ni en la Mtv, todo, absolutamente
todo lo que se haga en España ha quedado
en el más ingrato underground. Incluso los cd salen tres
o cuatro dólares más caros porque lo español
no se vende en Miami (problemas domésticos de mercado).
Tuvo que pasar casi un milagro, que la multinacional Warner comprara
el catálogo de Dro, para que haya por lo menos una sensible
difusión de discos que parecían estar perdidos
para siempre con el dolor de los fanáticos sudacas. Así,
lo que empezó con un cd doble de grandes éxitos
(que nos dejó con las ganas) continuó con la reedición
de obras clásicas de Siniestro Total, Parálisis
Permanente y ahora, por fin, de Loquillo y de Gabinete Caligari.
Hablar de Loquillo y del primer Gabinete es un asunto de viejos
rockers, de aquellos que se dejaban la patilla a lo Presley y
escuchaban extasiados los versos machistoides y callejeros del
catalán o el humor negro (y a veces tierno) de los Caligari.
De entre todas las reediciones de Loquillo se destaca la presente
Loquillo y Trogloditas, que reúne en un cd los
dos primeros álbumes con Trogloditas, Ritmo de Garage
y ¿Dónde estabas tú en el 77?.
Si se desea ir más atrás hay que conseguir el arqueológico
Loquillo y Sabino (editado por Dro), que reúne
demos y grabaciones con Los Intocables incluyendo una primitiva
primera versión del clásico ‘Autopista’.
Las palabras sobran cuando una banda casi amateur rockea sin
hacer demasiado ruido para que Loquillo cante páginas
memorables como
‘Un accidente de circulación’, ‘Rocker
city’, ‘Quiero un camión’, ‘Enamorado
de la dependienta de la tienda de patatas fritas’ o la mejor
canción rock que se haya grabado en castellano, la mítica
‘Cadillac solitario’. Estos dos primeros discos (y
el mítico recopilado con demos de Intocables) eran los
que quedaban por ser reeditados en
cd y vale la pena celebrarlo.
Con Gabinete Caligari, la banda de Jaime Urrutia, pasa algo parecido,
y la revisión también pasa por aquellos primeros
tiempos en que manejaban una solemnidad after-punk que luego
abandonaran por un formato más pop. En este caso hay para
elegir; Sombras negras (editado por Dro) se concentra
en los primeros dos discos (sumando alguna canción extra)
y muestra cómo canciones presumidamente negras no logran
su cometido para ser tiernos pasajes de una ligera oscuridad
ingenua. Tanto que un desprevenido podría acusarlos de
neonazis por la hermética ‘Cómo perdimos Berlín’
o la curiosa ‘Obediendia y nada más’.
Desde 1981 hasta 1984 los Caligari exacerbaron el culto al mal
gusto y a la provocación para luego dejar paso a uno
de los cancioneros más frescos del pop español,
con canciones como ‘El calor del amor en un bar’ o
‘Malditos refranes’. Así, si Sombras negras
satisface por completo a los fanáticos de la primera época,
la recopilación Los Singles (que llega hasta 1987,
poco antes del hit ‘Camino Soria’) muestra algunos
planos siniestros pero se concentra en la trancisión del
grupo hacia su madurez.
Lo cierto es que, si todavía no se animó a comprar
ese fanzine llamado Zona de Obras (que vende Riki en Atlantis),
que trae cd alternativos españoles de última generación,
bien vale incluír en la colección cualquiera de
estas cuatro obras clásicas de los ochenta, cuando todo
era un asunto de jóvenes rockers de mirada recia, dignos
émulos de Jimmy Dean. Salve España.
LOQUILLO Y TROGLODITAS (Ritmo de Sangre y ¿Dónde
estaba tú en el 77’ - Loquillo y Trogloditas - CD
Warner 78207 - Distribuye Palacio de la Música. LOQUILLO
Y SABINO - Intocables - CD Dro 930651. SOMBRAS NEGRAS
- Gabinete Caligari - CD Dro 93196. LOS SINGLES - Gabinete
Caligari - CD Warner 78143 - Distribuye Palacio de la Música.
María
Marta versión hip hop
Se llaman Actitud
María Marta, y el nombre del grupo es de por sí
seductor. “Escuchá el track 14, ‘A mí
me rebota y a vos te explota’, que mata”, me dijeron
en Polygram, la distribuidora del cd en Montevideo. Muchas veces
no hago caso a recomendaciones de este tipo, pero para ahorrarme
trabajo puse la referida canción y a los dos minutos tuve
sinceras ganas de utilizar el cd como disco planeante. Me pareció
horrible.
Después de varias semanas de evitar el disco lo escuché
desde el principio, un poco por curiosidad (rapean dos
chicas y el cd está dedicado a los 30.000 desaparecidos
en Argentina), y un poco por la publicidad de revistas como la
No que puso a las María Marta como la revelación
de la temporada 96. Y sucedió la inesperada sorpresa,
salvo el track 14, al encontrar que la “actitud” del
grupo no era sólo insultar y putear como epígonos
retrasados de los Beastie Boys, y que Alicia Dal Monte y Malena
D’Alessio rapeaban en castellano mejor que la media y no
tenían nada que envidiarle a Los Tetas y a Los Tintoreros.
Las bases hip hop, oscilando entre toques de acid y guitarras
tipo Beastie, también sorprenden, porque muestran una
audacia que jamás tuvieron otras bandas del género,
bien cuadradas, como Shocklenders, La Pozze Latina o los locales
Fun you stupid! y V.D.S.
Actitud María Marta, con ese nombre envidiable, resulta
entonces un poderoso grupo que recoge la tradición del
mejor rap callejero, demostrando que al sur del planeta este extraño
virus prendió fuerte y cotiza su lenguaje directo mejor
que las intrascendencias en que han caído la mayoría
de los rockeros y punks de cancha de fútbol.
El disco debut de las María Marta se llama Acorralar
a la bestia, y el título parece atinado cuando cada
una de las canciones expresa un odio visceral a una sociedad
que continúa signada por el “no te metás”.
Y como el rap les permite el humor y hablar en primera persona,
hablan y hablan de pequeñas y sutiles historias que entretienen
mientras el ritmo jamás decae. Nunca llegan al panfleto,
salvo en ese maldito track 14, donde al “decir” malas
palabras consiguen el ridículo, porque remarcan innecesariamente
que lo están haciendo.
Deberían escuchar al Cuarteto de Nos. Creo que lo saben,
porque ellas decidieron “esconder” al final del cd
esa
canción que parece sí funcionar en recitales.
A los distribuidores (y a los lectores) les recomiendo otros
tracks como ‘La base milagrosa’, ‘Hijo
de desaparecido’ y ‘Disconforme’, y adentrarse
en este disco que coloca a Actitud María Marta como uno
de los grupos de hip hop más radicales del continente.
¿Por qué? Porque María Marta aprendió
a rapear con actitud y sólo debe envidiarle méritos
a los Ilya Kuryaki (delirios místicos incluidos) y al
Peyote Asesino (que siguen dando cátedra).
ACORRALAR A LA BESTIA
- Actitud María Marta - CD Interdisc 533770 - Distribuye
Polygram.
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