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Amir Hamed
ISSN 1688-1672

 



CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN - ALIENACIÓN - MASS MEDIA - EDUCACIÓN -

¿Qué enseñan los que enseñan comunicación? (I) 

Fernando Buen Abad Domínguez
 

 

Han hecho de la ciencia una payasada mercantil. Se expende palabrería sin rigor y opinología al uso para alabar la ignorancia del jefe en turno. Se ocultan los libros incómodos, las críticas serias, la verdad objetiva y toda posibilidad de transformación radical de la sociedad y de sus medios o modos para producir comunicación no alienada

Relación incompleta de asignaturas pendientes para estudiar a los que enseñan. El drama inconcluso de Prometeo(1)
 

Seguid esta corriente

Una corriente incipiente, nada nueva, recorre el mundillo de las escuelas de comunicación
(2). Es una corriente de insurrectos que incluye a profesores, investigadores y alumnos, es una corriente no uniforme, no uniformada, que rema contra corriente esquivando sanciones, despidos, amonestaciones y descalificaciones que suelen imponer los "patrones" casi por el "simple hecho" de que sus empleados no sean complacientes, obedientes ni indiferentes ante las mil y una barbaridades que reinan en muchos "claustros académicos", públicos y privados, de todo el mundo.

Más vale no decir quiénes son y dónde están. Por ahora. Hay peligros y persecuciones de todo tipo, al acecho, tras las puertas de las aulas, las oficinas, los baños... hay "orejas" y "espías" voluntariosos atentos a "denunciar" todo lo que suene a "zurdito", "rojo", "rebelde", "marxista"... cualquier queja, propuesta, observación, crítica, diagnóstico... que no coincida con el modelo de perfección patronal, enciende de inmediato las sospechas y los riesgos. Hay profesores perseguidos por sus ideas y sus metodologías; hay profesores perseguidos por exigir rigor científico y exigir salarios justos, hay profesores marginados por insistir en la actualización dialéctica de las curriculas, hay profesores difamados por exigir honestidad y autonomía teórica frente a los intereses, mercantiles o políticos, de algunas escuelas y facultades... pero hay, una corriente en pie de lucha contra eso, con resistencia y con oposición y organización de importancia mayúscula. Corriente que dignifica la lucha diaria.

Hay una lista enorme de urgencias diversas que, amontonadas gracias al olvido, la indiferencia y la corrupción, se vuelve lastre descomunal en la educación para la comunicación. Hay que abrir los libros de los patrones, en todos los sentidos, mirar qué cuentas manejan en lo económico y en lo académico, ver sus "deudas" y sus "inversiones", sus sueldos y los de todos, ver las tecnologías y las canonjías. Hay que ver las postergaciones y sus razones, los silencios y corrillos, hay que ver los documentos y los emonumentos. Y hay que ver los contenidos teóricos, las prácticas, los casos concretos, las investigaciones, la experimentación... las publicaciones.

¿A quién sirven, y para qué? Abrir los libros en todos los sentidos para ver cómo se reparten los puntos y los ascensos, las vacaciones, las becas, los apoyos didácticos. Cómo se negocian las investigaciones, las citas mutuas, cuántos puntos vale, cuánto vale asistir a congresos, cursos, postgrados... abrir los libros y sacar las cuentas en público y sin concesiones. Bonito lío. Es una lucha añeja.

Esa corriente que recorre las escuelas de comunicación crece cuantitativa y cualitativamente a pesar del neoliberalismo y el posmodernismo, a pesar de los burócratas y los tecnócratas, a pesar de las vanidades y calamidades. A pesar de los pesares. Es una corriente fresca y digna que no se tragará las extorsiones de los amos. Es una corriente poderosa que avanza, como se debe, mientras consolida su conciencia de clase, su conciencia transformadora, su capacidad de organización y de convocatoria.

Es una corriente que entiende el Trabajo, su lugar histórico y sus reivindicaciones supremas. Es una corriente que avanza y arrasa a la hora de debatir y sostener avances sólo de la mano de la ciencia. Es una corriente demoledora y múltiple, de todos y de nadie, de la razón y la pasión por la justicia. Es una corriente directa y poética que abraza el estudio de la comunicación humana con responsabilidad política y científica, que entiende tal comunicación como episodio fundamental y fundante en el tejido de las relaciones sociales y que, por lo tanto, no se limita a estudiar los "medios" sino que avanza a estudiar los modos de producción de la comunicación junto con las relaciones de producción sin olvidar sus condicionantes históricas, económicas y de clase.

Es una corriente que recorre la comunicación humana desde sus orígenes, alcances y perspectivas para diagnosticar todos los males que la deprimen, miserabilizan y alienan. Corriente científica que declara
(que no esconde) sus fundamentos teórico-metodológicos, su dialéctica política y su compromiso por transformar el mundo. Y anda por todas partes esta corriente, no sin debates internos, ganando fuerza para los debates definitivos. Anda por todas partes, aquí y allá, incluso donde menos se lo imagina uno, construyendo tesis, antítesis y síntesis para que un buen día, de una vez por todas, al lado de todos los trabajadores del mundo, transformemos la realidad, para siempre y permanentemente, esta vez para bien de todos. Anda esta corriente por todas partes, activa y seductora, ganando adeptos y derrotando ineptos, no diremos lugares ni nombres, no sea la de malas... al fin y al cabo ya todos los conocen.

Miseria de la Enseñanza en Comunicación

"¿Acaso es libre la prensa degradada a industria? Es innegable que el escritor tiene que ganar con el trabajo de su pluma para existir y escribir, pero jamás existir y escribir para ganar. La primera libertad de la prensa consiste precisamente en no ser una industria... Al escritor que prostituye esa libertad de prensa, convirtiéndola en medio material, le está bien empleada como castigo de esa esclavitud exterior de la censura; o por mejor decir,
ya su propia existencia es su castigo".
Carl Marx

Hay que ver en qué estado está la producción de conocimiento en las aulas, verificar si ocurre el acto extraordinariamente complejo de producir, exponer, analizar, enriquecer el conocimiento en colectivo, guiado por un programa científico, docentes militantes de la honestidad teórica y estudiantes en actuación social plena. Verificar la independencia económica y política de la ciencia, su independencia frente a los devaneos mercantiles o sectarios, su rigor y su capacidad de intervención social. Verificar que el acto fundamental de la producción del conocimiento, de manera colectiva, crítica y dialéctica tenga por certeza la mayor pasión por la verdad y la fortaleza de la ciencia al servicio de la libertad humana y de su comunicación no alienada. Verificar que las aulas y los talleres no sean burbujas indiferentes a lo que pasa en las calles, en las fábricas, en las cabezas de los pueblos. Verificar que no ocurran mentiras ni fraudes, es decir que no cobren por lo que no hacen o por lo que hacen mal. Verificar que cuando el trabajo de producir conocimiento en comunicación se cumpla con calidad y utilidad social, se pague un salario justo.

Hoy por hoy educación en materia de "comunicación", pública o privada, es una mercancía más. Determinada por las leyes del mercado y las necesidades de control burgués sobre las masas, esas escuelas acomodan la teoría y la práctica académicas no para resolver problemas sociales nucleares sino para generar mano de obra útil al modo de producción comunicacional dominante. Las "ciencias de la comunicación", cuyo rigor suele ser cuestionado, se producen, se venden y se compran como otro artículo cualquiera. Sus productores no son ajenos a la alienación. En las escuelas se reproduce la lucha de clases, hay profesionales del arribismo, de la mentira y de la explotación en contubernio con los burócratas.
(Y viceversa) Hay docentes, trabajadores, capaces de pelear codo a codo con los estudiantes por una educación emancipadora, científica de verdad y útil contra la alienación. Hay eruditos honestos, catedráticos serios, investigadores comprometidos y especialistas críticos muy diversos, en general mal pagados, maltratados, devaluados... y también hay "catedráticos", con privilegios, no siempre fáciles de explicar abiertamente, sabelotodo cínicos y recitadores impunes.

Algunos son directores. "Tengo que decir que la ideología de la comunicación es una ideología de cínicos. Si usted mira los tratados de Marketing global, observará que los publicistas trabajan solamente para el 20% de la población mundial y que ignoran absolutamente al resto de la humanidad. Es una ruptura tremenda en relación con la ideología progresista que se ha olvidado. El progreso técnico, por el momento y tal como está desarrollándose, sólo aprovechará a aquellas clases medias que están incluidas en el plan de beneficios de la globalización. El gran drama es que la humanidad está aceptando mayoritariamente una ideología que piensa que integrar al 80% de la población mundial es imposible. Eso explica, por otro lado, las rebeliones y estallidos sociales que están surgiendo en muchas partes del mundo. Mucha gente se da cuenta que con este modelo no se puede sino ir hacia atrás".
(3)

Esto significa que se produce lo vendible, que reina un clientelismo hipócrita interesado en los puntos, las opiniones positivas y las colegiaturas antes que en el diagnóstico serio de los problemas y la ruta de las soluciones desde la ciencia. Se vende lo rentable, lo que da beneficio a los dueños o directivos. La industria de la educación en comunicación es una fuente de beneficios, no sólo económicos, directos, cuyo ideal es la "producción masiva de comunicación", producción rentable para que los llamados "medios de masas", de "cultura de masas" ganen audiencias, vendan mucho y se vuelvan caballos de Troya ideológicos en todo lugar y a cualquier hora.

Esas escuelas que educan para manipular "medios de masas" sirven en su mayoría para la difusión de la ideología de la clase dominante mediante el adiestramiento de trabajadores útiles a los instrumentos alienantes que, a través de los medios de comunicación, determinan su contenido ideológico. Para esas "escuelas de comunicación", los medios de masas que importan son, casi exclusivamente, los que pertenecen a los monopolios más grandes y reclaman mano de obra capacitada para difundir, de forma directa o indirecta, sus objetivos de clase, su moral mercantil y sus programas. Son escuelas que venden profesionales sumisos y funcionales a la reproducción y legitimación del sistema. La mayoría de los estudiantes camina al desempleo directamente y casi no hay escuela que se involucre con las preocupaciones laborales de sus alumnos... aunque pongan "bolsas de trabajo"; aunque hagan convenios con los "medios" para que los pupilos, con título y todo, hagan trabajos gratuitos, justamente esos que nadie quiere hacer. "Es para que aprendas" dicen con cinismo, lo que no pudieron enseñar ellos.

En esas escuelas se infiltra permanentemente la doctrina de que la "comunicación" es un instrumento de dominio. Que la comunicación se reduce a los medios porque en los contenidos no se debe intervenir. Se educa para alienar conciencias, se capacita a los productores de los medios para una producción que les es ajena, se les divorcia el pensamiento de la acción. Se les vuelve extraños de su propio esfuerzo para que acepten, por ignorancia o por cualquier razón, resignar su trabajo a la plusvalía que beneficia al patrón. Alienadores alienados. Se vende esta moral con la mayor naturalidad y se hace creer a los alumnos que eso es educación para su beneficio.

Han hecho de la ciencia una payasada mercantil. Se expende palabrería sin rigor y opinología al uso para alabar la ignorancia del jefe en turno. Se ocultan los libros incómodos, las críticas serias, la verdad objetiva y toda posibilidad de transformación radical de la sociedad y de sus medios o modos para producir comunicación no alienada. Se omite la investigación participativa y consensuada, se omite el diagnóstico crítico, el análisis dialéctico de las causas socio-económicas y los efectos superestructurales, se omite la razón y la pasión por la verdad a cualquier costo. A cambio se aplaude la mansedumbre, la desorganización gremial, el efectismo erudito, la saliva hipnótica y culteranista de los libros propios. Siempre y cuando los alumnos compren. Buen estudiante es el que paga, apuntes, libros, notas...

Se educa para la concentración y monopolización de la producción comunicacional; se educa para el control de los lenguajes de los mass media que deforman la realidad, la vida, las experiencias y deseos más personales y concretos. Se educa alienantemente para la alienación, se capacita para usar la prensa, radio, y la televisión... como "poder", como un tipo de poder, extensión del poder económico y político del capital, muy "seductor" y muy capaz de alcanzar esa "tierra prometida", reino de ejecutivos y de publicistas genios, reino de "creativos" y de "lideres de opinión", reino de periodistas y de la farándula toda: la manipulación de conciencias y el incremento de las ventas.

En general no se enseña "comunicación", se "enseña", de manera frecuentemente precaria, la manera mercantil de manejar algunos medios y modos de influenciar a las masas para que consuman las mercancías y los valores del capitalismo. Las escuelas burguesas manejadas "industrialmente", contribuyen a la acumulación del capital y al aseguramiento de capital ideológico. Se educa a los "comunicólogos" como lebreles entrenados para recoger la presa "informativa" o "publicitaria", se les entrena para traducirlo todo al lenguaje de sus amos, entrenados incluso en universidades y claustros de alta alienación, para ahogar la verdad en saliva mercenaria que exhibe, aunque no lo quiera pero con cinismo triunfal, la médula ideológica de un muerto que deambula en las campiñas de la historia: el capitalismo mismo.

Eso sí, un muerto farandulero adornado con escándalos, corrupción y oscuridad luminosa, como las pantallas de la tele. Los estudiantes pagan
(colegiaturas, humillaciones, extorsiones y pleitesías nada baratas) para que les eduquen así. (Información exclusiva de última hora: en los pasillos ciertas universidades deambulan estudiantes victimados por educadores cuya integridad ética no aprueba los exámenes más laxos. Alguien haga algo… no lo celebren. A diestra y siniestra se embauca a los estudiantes con el sueño peregrino de volverlos "comunicadores" famosos. Algunos ensayan en las aulas, y más allá también. Negocio redondo.)

(sigue)

Notas:

(1) “Prometeo, un dios, un Titán que puede enfrentarse a los dioses en un plano distinto al de los héroes ...la gloria de Prometeo está en ese amor suyo a los humanos que le ha llevado a ofrecerles el fuego, la esperanza y las técnicas... será la modernidad la que afronte fascinada la aventura de la emancipación humana, encontrando en Prometeo el símbolo de una Humanidad que, sin embargo, no aceptará el castigo amarrada a las rocas del Cáucaso por su trasgresión de la voluntad divina, sino que se rebelará y recordará que, en una de las versiones, Heracles, victorioso de sus trabajos, atraviesa al águila de Zeus con su flecha y libera a Prometeo...Prometeo arranca a los hombres de su tiempo de la ignorancia, los refina gracias a las ciencias y a las artes y los eleva hasta la moralidad... Marx decía que Prometeo debía ser el primer santo de un santoral laico”. EL MITO DE PROMETEO: FUNDACIÓN Y QUIEBRA DE LO HUMANO Manuel Ángel VÁZQUEZ MEDEL  Universidad de Sevilla:   http://www.cica.es/aliens/gittcus/promet.html

(2) Léase: Carreras de comunicación, Diseño gráfico, medios audiovisuales, periodismo... es decir formatos educativos similares conexos, periféricos etc. 

(3) Armand Mattelart “Democracia y Comunicación” http://www.inisoc.org/mattelar.htm

 

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