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Sandra López Desivo

© 1999 - 2013
Amir Hamed
ISSN 1688-1672

 



YAJÉ -

Fumigación Sirena Pantalla: El ángel del basuco de Moncoa (III)

Bruno Mazzoldi
"Piensa ahora
La historia tiene muchos y mañosos pasadizos, urdidos corredores
Y salidas, engaña con susurrantes ambiciones,
Nos guía con vanidades"


espero que me mejore un poco para tomar el poderoso yajé y mí espiritu yra a verlo por aya/ me sentía un fantasma separado de todo


Un médico yajecero, cuyo nombre prefiero omitir así como el de su inolvidable esposa, perteneciente a la comunidad siona de una vereda del Bajo Putumayo, a unas pocas horas en lancha de Puerto Asís, donde el río altera constantemente las márgenes de la frontera colombo-ecuatoriana, vía Adpostal me hace llegar un sobre a la oficina pues, no obstante el remite de mis envíos, ignora la dirección del hogar que ha visitado en más de una ocasión.

No le acompañó en la buena suerte mi última carta: justamente hasta recibirla se encontraba en buen estado de salud, precisa el Taita, quien, como suele decirse, "de viva voz" o "de cuerpo presente" resulta (pero ¿no se ha venido escribiendo que hay algo de cuerpo en la escritura ? ¿no es siempre algo de cuerpo este cuerpo ? ¿no se abstrae acaso la carne ? ¿tan extraordinarios serían los statements o understatements del señor Valdemar, el que desdice : ". Sí, -no, -estuve dormido, -y ahora, -ahora, estoy muerto" ?) muy jovial y amante de los juegos de palabras (por ejemplo, detener su propio discurso después de una frase cualquiera para preguntar de repente : - "¿Sí o no ?" - y contestarse a renglón seguido: - "¡Siona !"- haciendo coincidir así el énfasis de la pertenencia étnica y el aut aut irresoluble, sigue siendo no tanto una de sus chanzas reincidentes cuanto una de las fórmulas de su idiolecto).

Que las dos cartas inmediatamente anteriores no le hayan llegado todavía es un percance que me alivia: si hubiese acusado el recibo en el umbral de otros aprietos, digamos al filo de los estragos de la crecida del Putumayo, quizás mayores motivos habría tenido para prometerme la visita de su espíritu.

"... 5 junio de 1990
Señor
Bruno

Lo saludamos con el cariño mas grande a usted y a
toda su familia que al recivo de esta carta se encuentre
sin novedad.

S. Bruno nosotros por aca asta que llego Jaime y me entrego su carta estuve bien de salud la carta me la entrego en Puerto Asís hay nos encontramos y a la vajada me paso un acsidente que al arrimar a dejar un pasa -ero me descuide y me y se ma chucar un dedo de la isquierda y me saco una uña y estoy malo; y de lo que me dise de las dos cartas no e recivido nada y yo no le escrito porque no tengo su direccion a sí es que me ase el favor de mandar me la direccion para yo escrivirle, y yo como siempre tomando mí yajé y viendo mas cono si miento, y le cuento a hora estamos al frente en colombia la casa en que llegaron ustedes me la llevo el río a sí es que se yamava la casa, ora estamos con Jaime espero que me mejore un poco para tomar el poderoso yajé y mí espiritu yra a verlo por aya, S. Bruno favor si me escribe me la manda a direccion de bien estar familiar a si sí me llega las cartas; con esto los saludamos todos que muy pronto nos veamos. y salude de la señora..."


Casi en el empate con el último renglón de la carta de uno de los más alegres hombres de plegaria y valientes visionarios a los que pude acercarme en el Putumayo, transcribo de mi cuaderno las notas fechadas el 7 y el 8 de mayo de 1988 a partir del relato de Bashevis Singer intitulado "Solo"
(6), cuyo narrador es el huésped de un hotel de Miami Beach, poco empeñado en no contar con alguna reacción de saber inesperada, removiendo las letras a espaldas de la ambición del hallazgo, apenitas en el im-proyecto de lo todavía inhabitable, entre una lectura tomada y otra por tomar, una hantise y la siguiente, eso sí, en la proximidad de otra advertencia de los Grimorios: que al querer evitar los vigilantes espectrales, siempre al tanto de los pensamientos de los buscadores de maravillas justamente por consistir la guarda fantasmal en pensamientos demasiado al tanto de sí, de hecho el buen deseoso no ha de pretender lograrlo, mejor dicho ni entretenga ni tenga la intención de rehuirlos, ni la intención ni la intención de no-intención de esquivarlos, ellos y sus miasmas, que son lo mismo, densa mismidad del propósito considerado, pues "es preciso escarbar la tierra, no para encontrar un tesoro sino para que el lugar sea nuevamente apto para ser habitado"(7).


"
'El enlucido de las paredes se estaba descascarando' - 'Vi un mar amarillo en el que las olas, bajas y perezosas, apenas se movían' - 'Sentí que no había separación alguna entre lo orgánico y lo inorgánico' - 'Me sentía un fantasma separado de todo' - 'Todo parecía haberse inmovilizado' - 'Subí a un bus y me dejé llevar sin rumbo' - 'Yo iba mirando por la ventana abierta del autobús. Todo cuanto veía era nuevo, pero me parecía viejo y aburrido'.

De regreso al hotel vacío mientras se desata una tempestad, sueña los funerales colectivos de una tribu aniquilada -
'De repente los ataúdes empezaron a transformarse velozmente y a tomar formas de filacterias negras y brillantes, con nudos y correas. Luego fueron dividiéndose en varios compartimientos : ataúdes para mellizos, trillizos, cuadrillizos, quintillizos...'.

La recepcionista, una jorobada que le temería a los rayos, se refugia en su cuarto, después en su lecho.

'Me escupió, se bajó de la cama y salió dando un portazo. Me limpié inmediatamente, pero su saliva me quemaba como si estuviera caliente. Sentí que la frente se me empezaba a hinchar en la oscuridad y que la piel me escocía con una sensación de tirantez, como si unas cuantas sanguijuelas me chuparan la sangre'
"

Indispensable superfluidad del que se percibe como persistente velamen de imágenes
(en portugués "pantalla" es tela), tensa superficie y a la vez proyección intencional, aire membranoso, soporte soportado dicho "fantasma".

La teleréplica espectral no va sin quedarse. Inexperiencia del trip en cuanto consabido y requerido, "viaje inmóvil" maldito y bendito, detto e ridetto, dicho y redicho. Plegable turístico de consistencia lítica y fumosa al tiempo, pixelada garantía fósil. A ditto is a ditto device.

El apantallado no va para poder ir y recíprocamente : la congelación alucinatoria impulsa, la parada del suplemento de interioridad en que consiste el aturdirse de la estupefacción es puesta en marcha, marcha en puesta, marcha postiza.

El cuerpo, uña requetegolpeada, vive cayéndose. Fracción por fracción, la margen del adentro se desmorona. Trip-tease.

Va y viene la carne, bicoca indigna del nombre de casa. La cara se hincha, se dilata como ventanilla de bus o rostro acribillado por esquirlas de mina antipersonal. Vas a verte, te escribes en la frente, escupes tinta al espejo de hojaldre, te chupas, te separas de ti por exceso de proximidad y gracia de escudo explosivo.

Que la separación ética del santo dispuesto a morir con tal de no matar no sea del todo ajena a la fobia de contacto del que se aterra del menor desperfecto hospitalario, es lo que ignora el aprendiz de yajecero que en la noche del 22 de julio de 1995, aquí en Pasto, no lejos del lugar en que escribo, creyéndose poderoso, pontifica : - "En esta casa no entra un mosco si no lo quiero yo".

Giges de ti mismo, te ves espíritu, es decir no te ves viéndote a conveniente distancia, lastimado telemismo, autosecuestrado, malo, vacante, supervacáneo, pertenencia arrastrada a vuelta de orilla, corchete de identidad abolido en el trance de alguien que pasa por encima del costado de una embarcación, en un abrir de carta y un cerrar de ojos.
Ojos por encima de todo, pues el conocimiento está por ver. Se trata de ver más y de ir a ver si miente o cimienta el cono, el embudo de tu conocer. Extensión de visibilidad sin horizonte ni presa: hundirse en ella con los dedos más o menos unidos, por suponer de haber recobrado el poder del envío de uno mismo.

Hay que guardarse de bucear así, en la relativa unidad digital, en medio de altibajos de intensidades episte-lumínico-existenciales, en el puro medio, entre bajo y alto, sin bajo ni alto, en uno de los tantos valles del mar de la proliferación de lo igual, playa y sala de velación sin cortapicos que valga. La surge suppressor, literalmente "eliminadora de oleaje", achata a condición de no valer, canosa sirena de ancla a cuestas.

La estadística musical registra número y constitución de los dispositivos profilácticos pertinentes, alarmas electrónicas antiautoparásitas, telecircuitos extrainternos.

no tengo fantasmas

"Piensa ahora
La historia tiene muchos y mañosos pasadizos, urdidos corredores
Y salidas, engaña con susurrantes ambiciones,
Nos guía con vanidades"
(8)


dice Eliot, muy al tanto de las pedagogías burocráticas de la sección de comercio exterior del Lloyd Bank Ltd., por no hablar del magisterio militarista, donde no anda "la palabra entre una palabra, incapaz de decir una palabra, /fajada en tinieblas"
(9) , detenida palabra, "swaddled", bandée, arrecha, amarrada al mástil del sentido en pañales que no sabemos y no queremos saber, no por pretender identificársele si no por no poder infinitamente(10) .

Igual que la pareja de habladores trabados "al lado de muchachas del mar enguirnaldadas de algas rojas y brunas/ hasta que voces humanas nos despiertan, y nos ahogamos"
(11) , la pertinacia senil del reportaje que es el relatum, lo "vuelto a llevar", demasiado pret à porter por haber ya sido portado y reportado, asiste al relato.
Lazarillos o guiones de sí mismos, lo histórico y lo pasado se definen como temas de los que se puede hablar -precisamente porque ya no hablan- no acaba de decir Lévinas.

Que lo conocido se desconozca, es lo que niega el fan-club del verbo pleno o inasistido en siesta evidencial de oficinas historicistas. Sus hipnóticos refranes niegan la perspicacia del recomenzar a hablar en el rejuvenecido fin del habla que acompaña la exapropiación de la palabra, pretenden arrestar su poco heroico ser intenible, su rendición neblinosa, su no ser fantasmal.

Por eso el viejo alberga a su buena legión en el preciso momento en que asegura estar limpio: - "No tengo fantasmas", garantiza el fantasma de Gerontion. La fantasmofobia es fantasmagórica.

santo insectiforme

Iglesia de San Miguel, Mocoa, 16.06.94


Hay que admitirlo, el Gestell
("dispositivo" técnico con-sideratum, descendido de las alturas siderales bajo las especies de una esponja aurática), mejor dicho la Gestellung o "presentación" de la cámara fotográfica en manos de Fernando Urbina, es impresionante: se imprime a sí mismo el artilugio metálico y se distribuye por millones de copias sin mover un párpado. El párroco está fascinado. No es el mismo de hace siete años, éste es más joven y dinámico.

Fernando y Clara Luz Zúñiga, quienes conforman conmigo el Jurado de Selección del Escudo del Departamento del Putumayo, quisieron acompañarme al enterarse de la idea de pedir la autorización necesaria para colocar al pie del mural de Franco Chaves un exvoto, una placa prometida por la madre de cierto estudiante amigo mío, milagrosamente alejado del vicio gracias a la intercesión del Angel. Vamos a contemplar la obra. El sacerdote nunca antes se había fijado en el cigarrillo. Nos invita a la casa cural, nos presenta a su mamá, saca jugo de fruta de la nevera, ofrece café con leche y almojábanas. No un exvoto sino todos los que la devoción inspire a los creyentes.

Proyecta la distribución de la imagen formato-cartera con una oración al respaldo. Pide a Fernando que le envíe el negativo. Grabo sus palabras gracias al aparato que mantengo en un bolsillo de la chaqueta, aunque en últimas no me preocuparé por guardar la cinta. Al regreso no tomaré ningún apunte. Lo que recordaré es el dije que me obliga a detener la mirada: no es un ataúd a la medida de un santo insectiforme lo que cuelga sobre el pecho del sacerdote, sino un lingote de oro en miniatura.

Pasto - 29.03.00

Lectura parcial acompañada por una video-instalación de José Alejandro Restrepo durante el simposio Drogas y fantasmas de la ciudad y de la selva (coord.es Sergio Ramírez L. y B. M.) al interior del IXº Congreso de Antropología en Colombia (Popayán, 19-22. 07. 00).

Notas:

(6) Isaac Bashevis Singer, Una boda en Brownsville, trad. Juan del Solar y Patricia Cruzalegui, Bruguera, Barcelona, 1981 (Short Friday, 1961), pp. 55-67.

(7) Grimoires de Paracelse, op. cit., p. 101.

(8) "Think now / History has many cunning passages, contrived corridors / And issues, deceives with whispering ambitions, / Guides us by vanities." - T. S. Eliot, "Gerontion", op. cit., pp. 29-31, p. 30.

(9) "The word within a word, unable to speak a word, / Swaddled with darkness." - Ib., p. 29.

(10) A la par que James Newball, el diminuto Jamesy del fox-trot caribeño, quien, por más flamante que fuera la de su apellido, no habría (sido) alcanzado (por) redondez alguna, mucho menos (por) la de un proyectil del presunto submarino enemigo que en 1943 habría hundido la goleta Resolute en aguas del archipiélago de San Andrés y Providencia, si se me concede mencionar a mi vecino Willi B. Archbold de la Isla de Providencia, violinista y cantante:
"Jamesy era tan pequeño, se escondió detrás del mástil
Jamesy era tan pequeño, ninguna bala le alcanzó
Alban voló a Colón en un hridroavión americano
Puedes oír esa máquina rodar en el aire Alban voló a Colón en un hidroavión americano
Jamesy was so small, he hide behind the mast
Jamesy was so small, he never get a ball
You can hear that engine rollin'in the air
Alban fly' to Colon in American hydroplane
Alban fly' to Colon in American hydroplane."
(Coral Group. Seg. 12 - DM-MA- TCOLOO2-CD96- Grabación y edición musical de Egberto Bermúdez, montaje de Jean Chopin Thermes - Cfr. plegable adjunto pp. 13. 25-26 - Agradezco a Vanessa Villegas y Víctor Albarracín el haberme señalado y comentado esta grabación)

(11)"By sea-girls wreathed with seaweed red and brown / Till human voices wake us, and we drown." - T. S. E., "The Love Song of J. Alfred Prufrock", op. cit., pp. 3-7, p. 7.

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