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Amir Hamed
ISSN 1688-1672

 



ÁNGEL DEL BASUCO - PLAN COLOMBIA -

Fumigación Sirena Pantalla: El ángel del basuco de Moncoa (I)

Bruno Mazzoldi
"Algún día tomaremos whisky nosotros también. ¡A sembrar coca y marihuana para que se jodan esos gringos hijueputas !"


Habría que fijarse -ni Ulises tan amarrados, ni ahogados tan sueltos, con pizca desistente- en este crescendo de infinitivos :

"Comunicarse con Marte, conversar con espíritus,
Cuadrar en reportaje la conducta del monstruo marino,
Describir el horóscopo, aruspicar o atornillar alaridos,
Observar enfermedades en firmas, evocar
Biografía de los surcos de la palma
Y tragedia de dedos; despachar presagios
Por sortilegio, u hojas de té, adivinar lo inevitable
Con la baraja, violinear con pentagramas
O ácidos barbitúricos, o anatomizar
La imagen recurrente en terrores pre-conscientes -
Explorar la matriz, o sepulcriz, o sueños; todos estos son usuales
Pasatiempos y drogas, y efectos de la prensa:
Y siempre serán, algunos especialmente
Cuando hay zozobra de naciones y perplejidad
Sea por las costas de Asia, o en la Edgware Road.
"
(1)

directamente de Roma
Pasto, 28.03.00



Charlo del incipiente culto al Angel del Basuco con el chofer del taxi que me lleva a la bodega de Trasportes Transipiales para recoger el videocasete con las tomas que Pablo Caicedo me envió de Mocoa. Lo que hay de nuevo es la estatua con la caja para las limosnas y los cirios, según dicen recién llegada directamente de Roma.


A sembrar coca y marihuana para que se jodan esos gringos hijueputas.


Grupo Aucug
(Guaitarilla), Mi campo es mi Campo,
obra ganadora del Encuentro de Teatro Aurelio Arturo patrocinado por el Ministerio de Cultura, Teatro Juanambú,
La Unión, Nariño, 22.11.97.

A tres horas de viaje en bus desde Pasto, baja el telón sobre la historia del campesino resignado a que la novia busque empleo en la ciudad y junté plata para el ajuar. Sin más noticias, él también se había decidido a enfrentar cemento y tráfico. Le había tocado toparse con una ramerita hecha y derecha de brazo a un policía, y verse ninguneado por ella. Sus tragos se había tomado en una discoteca, de la que lo habían sacado molido a manopla y sin un centavo, no sin haber asistido al número de strip-tease (sobre fondo roquero, una de las alumnas del Colegio de Nuestra Señora de las Nieves de la población de Guaitarilla protagoniza un espectáculo en el espectáculo, escena madre y padre, la más prolija, la única que logra callar a los bromistas y frenar las carreras de los niños entre las butacas).

De retorno al aire libre del inicio del primer acto, el campesino ya no es el candoroso sobreviviente del un pueblo muerto de necesidad: -"Algún día tomaremos whisky nosotros también. ¡A sembrar coca y marihuana para que se jodan esos gringos hijueputas !"- Calurosos aplausos del Sr. Representante del Gobernador de Nariño y del público conformado en su mayoría por padres de familia y alumnos del Colegio Nacional Juanambú.


El justiciero es la verga del ajusticiado.


Más reluciente que las llamas halagando la noche del murcielagón, menos que oprimir el bajo vientre el cuero escarlata de la bota le presta una erección divina, tal como el pie del San Miguel de Sopó negando el sexo demoníaco para reemplazarlo poderosamente, aunque sin el descaro del óleo conservado en el Museo Jijón y Caamaño de la Universidad Católica de Quito, cuyo autor, anónimo del S. XVII, quiso que el pseudoenemigo abriera las piernas con el abandono de una vasija de carne rendida a la verticalidad de su flor, mientras el brazo izquierdo del pujante injerto sostiene un escudo y la mano derecha levanta la espada.
Azote de Dios, la entrega amenazante -gift-Gift a más no poder- es un guión perpendicular al que la pupila se engancha proterva. Una mano se estira para agarrar, la otra protege la frente.

Teme lo que exige el consumidor infernal. El narco-ángel desafía a su cliente.

Ni guerra ni conflicto: si en la jerga pedir un "susto" es solicitar una dosis de basuco, la mercancía aquí condena y complace.

Misericordia de Damocles, el alma de la erección es almarada. Igual que Minerva de la cabezota de Jupiter saturado de Metis, la Señora de los Fármacos, el rayo del pupulus angelical brota del cuerpo "sujeto"
("adj. expuesto a algún peligro o que tiene propensión a una cosa"), y se descarga para que la fuente oscura meta falo de sujeto barreado, sintético, sin cota ni botas, contraído en slash combustible, hostia tubular, pequeña diferencia prometida al humo.

El justiciero perverso da qué fumar para que el maldito humanitario fumigue y viceversa.
Desborda el encendido camarín subterráneo, se expande el asperges nebuloso por el paisaje, rocía el mundo el negocio del cielo y del infierno.

Fumiste no es propiamente el que hace, vende o arregla cocinas, chimeneas o estufas: lo que fabrica y despacha es humo puro.

Helicóptero es cigarrillo: el show aéreo devuelve a la aspersión nebulosa la dimensión del ángel triunfante imponiendo el castigo del goce.
Enlace caótico de nebula y fabula, niebla y artificiosidad de relato practicada como arte de esgrima
(cfr. ant. alto al. schirmen, "parar golpes con el escudo" ; lat. med. scernum, "parapeto de la embarcación" ; dan. skaerm, "pantalla" y "proteger" ; al. Schirm, it. schermo, fr. écran, ingl. screen, "pantalla").

Para traducir una despampanada rosa mística de cigarrillos humeantes en bandada de avionetas hitchcockianas, a espaldas de Zizek, ornitólogo de la pantalla de los sesenta,
(2) debería considerar el superego del Plan Colombia como fantasma del Pájaro Caníbal sin dejar de poner mientes en uno de los retornelos que mi mamá prefería :

"Amapola, dolcissima Amapola,
la sfinge del mio cuore sei tu sola...
"


San Miguel ofrece basuco al Diablo

Iglesia de San Miguel, Mocoa, Putumayo,
Día de Difuntos de 1986.


Asisto a la misa en compañía de doña Ambrosia, esposa de Santiago Mutumbajoy, médico yajecero ingano, y un joven baterista llamado Mateo. Observo que de este lado sólo hay mujeres y que don Santiago está a la izquierda, con los hombres. Damos la vuelta. Durante el sermón, áspero y castigador, Mateo me hace notar que el ángel pintado sobre la pared de la nave izquierda tiene su buena espada pero no la balanza. Hijo de un antropólogo que responde al nombre de Miguel, tiene ideas claras respecto de los elementos iconográfícos del caso, los de la imagen popular difusa por Gráficas Molinari de Cali que el pintor ha seguido al pie de la letra, salvo el residuo de una omisión, una nulidad de mera apariencia que el psicoanalista llamaría "significante fálico", por no hablar de una sombra de obtusa melancolía sobrepuesta al impasible balance del guerrero.

El oficiante es distraído: mete hostia y vino, frota brevemente el cáliz y guarda el resto como si estuviera completamente solo, sin una mirada para quienes se han quedado de pie y parecen renunciar a acercársele. Al ite me aproximo para subrayar el equívoco y exigir el cuerpo eucarístico que nos compete, a mí y a unos cuantos indígenas silenciosos.

El cura se justifica juntando pedazos de palabras relativas a la escasez en general, aunque no necesite revolver la sacristía para decidirse a entregar las sobras. Al regresar me detengo al pie de la pared: entre el índice y el pulgar de la izquierda el ángel sostiene lo que podría coincidir con el extremo superior del sostén de la balanza del Juicio, si el ángulo de inclinación, el tamaño y el color, no sugiriesen más bien un cigarrillo poco convencional. Pintura no faltó para colocar la firma : Franco Chaves, Santiago, Sibundoy.

Por la noche, antes de la toma en la que se me cruzarán fastuosos relámpagos de espadas, al comentar las peculiaridades de la ceremonia y la bizarría del mural, la sentencia del Taita es contundente: - "San Miguel ofrece basuco al Diablo."


Notas:

(1) "To communicate with Mars, converse with spirits, / To report the behaviour of the sea monster, / Describe the horoscope, haruspicate or scry, / Observe disease in signatures, evoke / Biography from the wrinkles of the palm / And tragedy from fingers; release omens / By sortilege, or tea leaves, riddle the inevitable / With playing cards, fiddle with pentagrams / Or barbituric acids, or dissect / The recurrent image into pre-conscious terrors- / To explore the womb, or tomb, or dreams; all these are usual / Pastimes and drugs, and features of the press: / And always will be, some of them especially / When there is distress of nations and perplexity / Whether on the shores of Asia, or in the Edgware Road." T. S. Eliot, "The Dry Salvages", en T. S. E., Collected Poems (1909-1962), Harcourt Brace & Company, New York, 1991, pp. 191-199, p. 198.
Cada vez que no se mencione a su autor ha de entenderse que la traducción sea de B. M.

(2) "Evidentemente el impasse de 'Los pájaros' atañe a la familia moderna norteamericana: la carencia del ego-ideal paterno hace retroceder la ley hacia un feroz superego materno que afecta el goce sexual - el rasgo determinante de la estructura libidinal del 'narcisismo patológico': 'Estas impresiones inconscientes de la madre son tan excesivas y tan pesadamente influenciadas por impulsos agresivos, la calidad de su afecto tan poco sintonizada con la necesidad del niño, que en las fantasías del pequeño la madre aparece como un pájaro que le devora'. (Ch. Lasch, La cultura del narcisismo)" - Slavoj Zizek, "La macchia di Hitchcock", trad. del ingl. al it. de D. Cantone y R. Scheu, en Aut Aut, 293-294, sept.-dic. 1999, pp. 133-166, p. 145.

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