God save
the punk
En 1977, el movimiento punk
alcanzaba su cúspide en Inglaterra con el lanzamiento del disco más
paradigmático del
género el Nevermind the Bollocks (Here´s the
Sex Pistols). El punk, trajo consigo un claro y directo mensaje
con la autogestión y el “do it yourself” (hazlo por ti
mismo), una patada a todo lo musicalmente ordenado, a la vez que
mostraba como no era necesario ser virtuoso para hacer música y ser
provocativo en el mensaje, ya que bastaban unos pocos acordes y algo
que decir. Nacido en Estados Unidos en la década de 1970 con el
antecedente de Iggy Pop y The Stooges y la escena neoyorquina del
club CBGB de mediados de la década de 1970, rápidamente cruzó a Europa y se
instaló en una juventud inglesa disconforme y contestataria. El punk
era el estilo y filosofía de vida de una legión de jóvenes que no
cuadraban dentro de la moral burguesa y querían un cambio radical en
el cual, el
rock fuera parte importante. Diversas bandas, tanto en
el Reino Unido como en Estados Unidos, llevaron adelante un sonido y
una estética punk, con algunas diferencias a ambos lados del océano,
pero conservando el mismo espíritu, escupiendo el enojo y el No
Future a los cuatro vientos y oficiando de portavoces de toda
una generación. Sentían que era necesario hablar de algo más en las
canciones, de utilizar al rock como instrumento de cambio, de
denuncia en contra de las injusticias, los malos gobiernos, la
represión; la música punk fue un instrumento en tal sentido. Las
letras criticaban de manera directa y sin eufemismos las
instituciones y sistemas establecidos que imponían sus dogmas, los
estereotipos, las modas, la hipocresía que resultaba de una sociedad
repleta de clichés. El punk despreciaba el establishment, a
la vez que se abría paso en un camino propio y outsider,
desarrollando una concepción alternativa de la vida, el arte y el
rock.
Nacida en
Londres en 1976,
The
Clash formó parte de ésa primera oleada punk, sin embargo no se
encasilló musicalmente y para fines de 1979 editaba lo que luego
sería considerado uno de los mejores discos de toda la historia del
rock: London Calling. Integrada en ése momento por Joe
Strummer en voz y guitarra, Mick Jones en guitarra y coros, Paul
Simonon en bajo y Topper Headon en batería, London Calling
resultó ser una explosiva mezcla de música, actitud y sobre todo
mensaje, algo que en las letras de la banda no es raro encontrar.
Esto es Londres llamando
Muchas son las razones por las
cuales no es equivocado decir que el London Calling es uno de
los mejores discos de toda la historia del
rock. Si muchas bandas, en
comparación a The Beatles, tienen su White Album, el de
The Clash es sin dudas éste, que además es doble, y con un sonido en
constante mutación a lo largo de sus 19 canciones, incluyendo varios
de los clásicos imprescindibles de la banda. Luego de sus dos discos
anteriores The Clash (1977) y Give ´em Enough Rope
(1978), el tercer trabajo en estudio, elaborado durante gran
parte de 1979, London Calling, sería el que los
catapultaría de manera definitiva a la estratósfera de la popularidad,
que los instalaría definitivamente dentro de un estrellato al que
siempre rehuyeron y del cual nunca hicieron alarde. Strummer y Jones
se ocuparon de componer las canciones para luego reunirse con
Simonon y Headon y comenzar los ensayos con vistas a la grabación en
agosto de ese mismo año.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la BBC,
utilizaba una frase en sus emisiones, This is London
Calling, (Esto es Londres llamando), motivo de la designación de
la nueva obra de la banda. La portada también es de las más icónicas
del rock y una postal de la actitud punk; en ella se puede ver a Simonon rompiendo su bajo contra el suelo en el
The Palladium de New
York.
La fotógrafa Pennie Smith, quien tomó esa fotografía, así como Simonon, consideraban descartar la inclusión de la misma, ya que no
la creían “técnicamente buena”, pero Strummer los hizo cambiar de
idea, y hoy es considerada como una de las mejores portadas de la
historia del rock. Asimismo, la tipografía usada para
escribir el
nombre de la obra es la misma que la utilizada en el primer álbum de Elvis Presley. Con una impresionante mezcla de géneros musicales,
London Calling no es, en el sentido dogmático, un disco
totalmente punk. La ensalada incluía desde el punk rock más típico,
reggae (The Guns of Brixton), rockabilly (Brand New Cadillac), ska (Wrong´em
Boyo), blues, jazz, incorporando también teclados y una sección de
vientos.
Indudablemente habían elevado musicalmente al punk mucho
más allá de cualquier frontera sonora, en las antípodas de los tres
acordes típicos del género. El álbum fue grabado en los estudios Wessex de
Londres. Guy Stevens, productor del disco, no pudo saborear por
mucho tiempo las mieles del éxito devenidas de su trabajo ya que
moriría algunos meses después. Pero además, enarbolando la buena
relación y proximidad con sus fans, el grupo logró vender ese
disco doble a precio de uno, cosa que repetirían con ¡Sandinista!,
editado un año más tarde, y en éste caso se trataba de un álbum
triple. Esto se debió a ciertas triquiñuelas por parte de la banda
para convencer a su compañía discográfica CBS de venderlo de esa
manera. A The Clash, poco le importaban los números, lo importante
era que la obra llegara a la gente a un precio accesible, aún
engañando a su propio sello discográfico. Los temas políticos
aparecen como uno de los principales tópicos, (The Guns of Brixton,
Spanish Bombs, que trata sobre la Guerra Civil Española, y el tema
London Calling), la sociedad de consumo y la frivolidad (Lost in the
Supermarket, Koka Kola), una crítica al fascismo (Clampdown) o la
soledad y la pérdida por el uso abusivo de drogas (Hateful).
El álbum excede en cinco minutos la hora de duración,
lo cual era demasiado para un disco punk, principal crítica de los
adeptos más conservadores del género. Mención especial merece la
inclusión del tema Train in Vain, ya que existía la idea de
lanzarla en flexi-disc con una revista, pero Jones, quien era su
autor, consideró la canción demasiado buena como para quedar fuera,
lo que provocó que el tema, si bien estaba incluido en el disco, no
se agregara su nombre en la contratapa, quedando como un “track
oculto”, y bautizado espontáneamente por los fans como
Stand by Me, por un fragmento del estribillo.
Mas tarde, Train in Vain llegó a
posicionarse entre las 30 principales en los Estados Unidos, para lo
cual, se reeditó el álbum con la canción con su verdadero nombre
impreso en el listado, aunque con Stand by Me entre paréntesis. En
2004, con motivo de su 25 aniversario, London Calling
fue reeditado nuevamente con un disco extra llamado The Vanilla
Tapes, una recopilación de demos de la banda, que se
consideraban extraviados, y que representan un conjunto de joyitas para
cualquier fanático.
Influencia y legado
Muy conocido fue el activismo
político de The Clash, su vinculación con
causas sociales
latinoamericanas, su discurso opositor al racismo y a los gobiernos
dictatoriales, y su apoyo a eventos humanitarios. Numerosas
personalidades de la primera línea en el rock han confesado haber
sido influidos por Strummer y sus muchachos, entre los cuales se
encuentran U2, Pearl Jam, Rage Against The Machine,
Public Enemy,
Green Day, entre muchos otros. Artistas de otras disciplinas también
han expresado su admiración, tales los casos del director de cine
Danny Boyle y los escritores Irvine Welsh (autor de Trainspotting)
y Nick Hornby.
La influencia no sólo de London Calling como
una obra de marcado corte conceptual, sino toda la carrera de la
banda, ha sido tomada como modelo ha seguir por muchos músicos
posteriores que admiten, en algún aspecto, la impronta de The Clash.
London Calling es un recorrido por todas las temáticas
abordadas por la banda a lo largo de su trayectoria, haciéndolo no
solo heterogéneo, sino un perfecto manual de “cómo no transar” con
aquello con lo que no estás de acuerdo. Es sin dudas la cumbre
creativa de la banda londinense que sufrió una pérdida irreparable
cuando en vísperas de Navidad de 2002, ese año Joe Strummer moría víctima de
una falla cardíaca.
Un año después, The Clash ingresaba al
Rock & Roll Hall of Fame. La revista Rolling Stone considera a
London Calling como el mejor álbum de los 80 (editado en Reino
Unido en diciembre de 1979, pero lanzado en Estados Unidos en enero
de la nueva década), a la vez que lo posiciona en el octavo puesto
de una lista de 500 mejores discos de rock de todos los tiempos,
ninguna banda punk llegó tan alto en el ranking de la prestigiosa
revista. La música, la estética, y sobre todo el mensaje
desarrollados en London Calling, lo hacen una obra de
indiscutible trascendencia y vigencia, y un motivo de consulta
frecuente para nuevos músicos que toman apuntes y agradecen antes
de siquiera ensayar un acorde.
* Publicado
originalmente en La Diaria / Montevideo - Uruguay |
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