Recientemente se realizó en Rosario la segunda edición
de Leyendas, una convención de Juegos de Rol, Ciencia
Ficción e Historietas de considerable importancia
-asistieron más de mil personas, se realizaron distintos
talleres, estuvieron presentes destacadas figuras del cómic
argentino, etcétera, etcétera. La idea es dar un
panorama de lo que se ha estado haciendo últimamente en
materia de cómics en la Argentina.
La
revista Purgatorio, de El Cuervo Producciones,
fue una de las más interesantes publicaciones presentadas
en Leyendas 2000. El talentoso Renzo Podestá está
a cargo de más del ochenta por ciento de los guiones y dibujos
que aparecen en ella; junto a Ignacio Molinos y Ernesto Torres
nos presenta un material cargado de humor negro, con ácidas
bromas y un alto grado de violencia no contenida. Podestá
también está detrás de la revista Krak,
una extraña mezcla entre Hellblazer y las más
bizarras caricaturas, que al igual que Purgatorio está
editada en un riguroso blanco y negro de calidad. Guillermo
Grillo y Edu Molina mostraron otro de los puntos fuertes de la
convención: Animal Urbano, una revista extremadamente
fuerte en temática y en potencia visual, que trata sobre
un desaparecido de la dictadura que vuelve para vengarse; los
guiones, dirigidos exclusivamente para un público adulto,
denotan un grado infrecuente de compromiso con la sociedad actual.
En la otra punta, con un tono netamente humorístico, están
las revistas Ultra y 4 segundo, ésta última
fue una de las de mayor calidad visual de todas las que se vieron
en la convención, donde además estuvieron disponibles
Asfalto Caliente, Martin Iron, Demencia
y Turbo Peludos, amén de otras publicaciones que
fueran presentadas en el primer Leyendas o en distintos Fantabaires
-la convención anual de cómics que se realiza en Buenos Aires.
Por su parte, Córdoba dijo presente, aún desde
una realidad editorial mucho más quieta que la rosarina
o la bonaerense: una de las presentaciones fue la de la revista
Aspid, que al estilo de la mítica Fierro
recopila las obras de distintos autores -Ivan Lomsacov, Fernando
Calvi o Angel Mosquito, entre otros-.
La también cordobesa editorial Llanto de Mudo, demostrando
que no es necesario una gran infraestructura para hacer algo
bueno, presentó Elvisman, Niño Azul y Doble
V, demostrando además qué tan diverso puede
ser el cómic independiente, puesto que la primera de las
publicaciones mencionadas es una historia tradicional de superhéroes, la segunda
es poesía hecha historieta y la tercera
es un clásico relato policial. Finalmente, la editorial
bonaerense La Productora expuso la primer tanda de sus revistas.
Éstas fueron: Grájal, de Dante Ginevra,
Road Cómic, de Aon y Cristian Mallea, y Villa
Tesei y el último Morón Suburbio, de
Angel Mosquito (un
autor casi omnipresente).
La propuesta de La Productora se muestra como una de las más
atractivas: publica historias unitarias pero en tandas de un
mismo formato y sobre una misma temática (es decir que saca a
la calle 4 o 5 revistas al mismo tiempo, que pueden ser leídas
de forma totalmente independiente, pero tienen en común
el tono y el formato).
En esta primera serie preponderaba el humor; en las próximas,
una docena de autores irá mostrando su trabajo mediante
diversos cruces entre sí. En resumen, fueron significativas
la cantidad y calidad de publicaciones que se presentaron en
esta convención; es de esperar que un fenómeno
así se repita y se extienda.
* Publicado originalmente en Posdata
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