| El matemático y filósofo inglés Bertrand Russell nació en 1872 y en 
            su larga vida alcanzó gran renombre en las disciplinas con las 
            cuales lo hemos calificado aunque el mayor destaque dentro de la 
            ciencia lo obtuvo por sus aportes a la lógica matemática. La lógica 
            matemática constituye una forma de tratar la lógica clásica mediante 
            procedimientos semejantes a los de la matemática. Como la matemática 
            -específicamente el álgebra- utiliza símbolos y signos de 
            operaciones que en este caso se denominan lógicas. Tales 
            procedimientos permiten efectuar deducciones así como verificar la 
            veracidad o falsedad de proposiciones y juicios.
 
             Bertrand Russell (1872-1970)
 
 
            La obra de Bertrand Russell y especialmente la 
            desarrollada en la lógica matemática está relacionada con la teoría 
            de los conjuntos creada a finales del XlX por el alemán Georg 
            Cantor, teoría que para su exposición utiliza una simbología y una 
            operatoria muy parecida a la de la lógica matemática. El concepto de 
            conjunto en la teoría de Cantor es el mismo que se utiliza en el 
            lenguaje común: conjunto de personas, conjunto de letras, etc., en 
            los cuales, por lo general, no importa el orden de sus elementos.
 Un concepto muy importante al cual nos vamos a referir de nuevo, mas 
            adelante, es el de conjuntos relacionados. Se dice que dos conjuntos 
            están relacionados cuando a cada uno de los elementos de uno de 
            ellos se le puede hacer corresponder un elemento del otro sin que 
            sobre ni falte ninguno por relacionar. La teoría de los conjuntos 
            sirve de base a la teoría de los números, dada esta circunstancia, y 
            la de la similitud de estas teorías con la lógica matemática, 
            Bertrand Russell dedicó gran parte de sus investigaciones al 
            desarrollo de una teoría según la cual las matemáticas pueden 
            fundamentarse exclusivamente en la lógica, teoría que se conoce como 
            Logicismo. En sus intentos de desarrollar el Logicismo, surgieron 
            paradojas que al no poder ser resueltas satisfactoriamente, 
            entorpecieron el fluir de razonamientos de Russell en su empeño 
            logicista.
 
 Ante esas dificultades, Russell apeló a una cadena de suposiciones 
            ad hoc o a la introducción de conceptos como el de clase 
            parecido al de conjunto, y surgieron conceptos como el de
 proposiciones atómicas las cuales, según Russell, eran los 
            componentes últimos de las proposiciones más generales. Pero las 
            paradojas seguían sin resolverse: como la del cretense
 Epiménides al decir “Todos los cretenses mienten” con lo cual, al 
            ser dicho por un cretense, la proposición quedaba desmentida. De esa 
            manera se llegó al Teorema de la incompletitud de Kurt Godel 
            que afirma que no hay un sistema completo de axiomas en el sentido 
            de que siempre queda algo que no puede explicarse dentro de ese tipo 
            de sistema de afirmaciones.
 Sobre el logicismo trabajó independientemente de 
            Russell, en esa época el lógico y matemático alemán Gottlob Frege. 
            Para sus objetivos, Frege introdujo una categoría llamada volumen 
            del concepto. No trataremos de definir esta categoría sino de dar 
            una idea de lo que era para Frege. El concepto “lados del cuadrado” 
            tiene el mismo “volumen” que el concepto “estaciones del año”, 
            “vértices del cuadrado”, etc. Todos evidentemente, son conjuntos 
            relacionados con un conjunto de letras como “a b c d” y claro está 
            define el número 4. Esto que parece una banalidad, tiene gran 
            importancia en la teoría de los números pues constituye la forma 
            abstracta de definir lo que es un número natural.
 “Número natural es el ente común a conjuntos relacionados entre si”. 
            Esto es fácil de entender, por ejemplo: el número 12 es el ente 
            común a las horas de un reloj tradicional, a los apóstoles de Jesús, 
            a los meses del año, a las uvas que algunos comen recibiendo el Año 
            Nuevo, etc
 
 En definitiva, el Logicismo no logró su objetivo de reducir las 
            matemáticas a lo lógica pero, en su intento, se lograron aportes al 
            adecuado uso de la lógica matemática a las matemáticas en
 general, que si bien no las sustituyen coadyuvan a su mejor 
            entendimiento y manejo. La lógica matemática de la cual Bertrand fue 
            indiscutible artífice, es básicamente la lógica clásica concebida 
            por Aristóteles con acertadas modificaciones cuya característica 
            fundamental es el uso de una simbología, también utilizada en la 
            teoría de los conjuntos, y el establecimiento de operaciones con 
            esos símbolos, operaciones que se asemejan a las de la aritmética y 
            el álgebra.
 
 La vida de Berttrand Russell, fructífera hasta su mismo final, le 
            permitió aportar su talento a diferentes, aunque relacionadas, 
            vertientes de la actividad humana, gran parte de cuyos resultados 
            han quedado plasmados en su voluminosa obra escrita. Paralelamente 
            al matemático y lógico, la historia recordará al filósofo y al 
            humanista. Como la mayor parte de quienes acceden a la filosofía a 
            partir de las ciencias exactas, Russell siguió espontáneamente la 
            línea de pensamiento del Positivismo moviéndose entre sus variantes 
            empirista y realista principalmente, coincidiendo unas veces y 
            discrepando otras con los criterios de John Stuart Mill, David Hume 
            y Joh Locke entre otros. Alguien con quien estuvo siempre en 
            desacuerdo fue con Ludwig Wittgenstein y su interpretación 
            lingüística de la filosofía.
 
 El pensamiento filosófico de Russell se centró preferentemente en la 
            especulación acerca de la relación entre la realidad objetiva y la 
            interpretación o hipótesis que sobre ésta hacemos. Este problema es 
            el que de una forma u otra está presente como tema fundamental de 
            reflexión en los diferentes sistemas filosóficos que han pasado a la 
            historia y siempre es tema de debate si es posible conocer en su 
            esencia, en su absoluta objetividad, la “cosa en si” 
            kantiana, el 
            mundo exterior a cada ser, o si sólo es posible el conocimiento 
            subjetivo a través de lo que aportan nuestros sentidos.
 El dilema parece no tener solución, conocer la 
            “cosa en si” sin la mediación de los sentidos se nos presenta como 
            el tratar de ver el mundo que nos rodea o como dice Russell “lo que 
            está alláafuera”, sin los ojos, oírlo sin los 
            oídos. Sobre este tema se nos 
            ocurre el siguiente símil: imaginemos un individuo que de alguna 
            manera ha logrado vivir desde que tiene uso de razón en una 
            habitación absolutamente cerrada y que sólo tiene conocimiento de lo 
            que él supone hay “allá afuera” a través de lo que observa en la 
            pantalla de un televisor que le presenta imágenes del supuesto mundo 
            exterior. Al individuo le asalta la duda de si será real lo que ve o 
            sólo son imágenes de un video instalado en su equipo. A nuestro 
            sujeto se le posibilita salir de la duda practicando una abertura en 
            la pared de su habitación, pero nada similar podemos intentar los 
            seres reales.
 
 El interés científico- filosófico de Russell se desplazó también 
            hacia la física particularmente en su divulgación rigurosa como se 
            advierte en sus excelentes obras didácticas El ABC de los
 Átomos y el ABC de la Relatividad. El nombre de Bertrand 
            Russell apareció muy a menudo en los medios en los años 1960 y 1970. 
            Obtuvo el Premio Nóbel en 1950, se destacó como pacifista y tal como 
            aparece en el Diccionario de Lógica de la autora rusa 
            Alexandra Guétmanova, “impugnaba las teorías que predicaban la 
            absorción del hombre por la sociedad y el 
            Estado”.
 
            
  Bertrand Russell delante del Ministerio británico de
 Defensa, Whitehall, Londres, 18 de febrero de 1961
 (Fuente: John Minnion/Philip Bolsover [eds.], The CND
 Story: The First Twenty-five Years of CND in the Words of
 the People Involved, London 1983, p. 52.)
 
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