H enciclopedia 
es administrada por
Sandra López Desivo

© 1999 - 2013
Amir Hamed
ISSN 1688-1672

 



CULO - KOLEIÓN - SIKI - LENGUAS FILÓSOFICAS - FILÓSOFO/HUAKAKI - FILOSOFÍA LATINOAMERICANA - HUAKAKI -

La prueba del culo: ¿existe una filosofía latinoamericana?

Bruno Mazzoldi
¿Qué otra cosa podía dar a entender Martí al reclamar el estudio de "nuestra Grecia"?-, negarle filósofos por tener huakakikuna sería casi tan abusivo cuanto negar el entrenalgas a una india de Tambobamba, Perú, provincia de Apurimac, por tener siki, en lugar de "culo" propiamente dicho


"Shall I sue, shall I seek for grace,
Shall I pray, shall I prove"
John Dowland, Shall I sue.


No una, sino muchas. Aquí y en cualquier parte, más que de una filosofía
(claro está la que empezó a concebir al sofós como "clarividente", del indoeuropeo touguho, y que cada "forma de pensamiento" no occidental tendría que asimilar en virtud de un paulatino proceso de naturalización hasta quedar, como pisciculus de Tertuliano, "inmerso en la corriente de pensamiento occidental"), vale hablar de una pluralidad de lenguas filosóficas.

En kichua, por ejemplo, asegura Glauco Torres en su Diccionario Kichua-Castellano, "filósofo" se dice huakaki, siendo huaka lo "insólito/hermoso/sagrado", la "caverna", el "entierro", el "sepulcro" y la "monstruosidad", el "ladrón, el "loco".

Traductibilidad que, como la de cualquier palabra en cualquier idioma, no va sin rodeos, ni residuos, ni regresos fantasmales de lo no traducido. Ignorarlo sería confiar en la exterioridad simple del packing significante respecto del producto conceptual supuestamente contenido, así como confiar en la intraducibilidad completa equivale a creer en la adherencia compacta de tal superficie significante y de la profundidad conceptual que le sería asignada de manera homogénea y unívoca.

Negar a América Latina -la de habla kichua, que de ninguna manera es "completamente extraña a lo que podría llamarse cultura latinoamericana", así como no lo son la inca ni la azteca: ¿qué otra cosa podía dar a entender Martí al reclamar el estudio de "nuestra Grecia"?-, negarle filósofos por tener huakakikuna sería casi tan abusivo como negar el entrenalgas a una india de Tambobamba, Perú, provincia de Apurimac, por tener siki, en lugar de "culo" propiamente dicho.

"Culo", en efecto, pariente, como "collón", de culleus (el saco en que se cosía y ahogaba al parricida), proveniente del latín culus y del griego koleión, "vagina", "vaina", sugiere del trasero más lo infundibuliforme que lo fundacional.

Por el contrario (en fin, una contrariedad de la que habría que hablar mientras tarda la intraductibilidad universal, y que no implica necesariamente ni la polémica ni la prueba contundente), siki sopla más lo convexo que lo cóncavo, más imanado por la solidez teórica que dispuesto a la morbidez del asentamiento. Siempre que, de lo pertinente a la theoría -: "observación" de un espectáculo, preferiblemente de un desfile o de una procesión-, retengamos la acción ordenadora que pueda tener lugar al margen del componente eidético, propiamente óptico, que aquí corresponde a una toma de posición más dictada por la gravedad de la masa que por el vuelo penetrante de la perspectiva.

En todo cuento, siki -: "trasero, nalga; asiento, base; extremidad; raya, línea, tira; residuo; hurón"- parece aludir a un efectivo principium retionis, pues, más que la béance substraída al fundamento, más que la invaginación en su reserva abismal, apunta al fundamento mismo, germánicamente entendido en su implicación gnoseológica, Grund heideggeriano, Bestand.

Así surgieron las voces sikiana ("amontonar", "apilar", "medir por medias brazas", que al definir la Stellung en su protuberancia no deja de referirse a la racionalización meticulosa), siknana ("regar", "esparcir") siknina ("desordenar", "descomponer"), que, al anunciar la ruptura del siki, manifiestan simultáneamente la desintegración del control lineal y de la medida teórica, o, en otras palabras, esa desarticulación de la oposición praxis/teoría que significa "desconstruir" y "diseminar".

Sin que estas consideraciones, casi más ventosidades que ideas claras y distintas, nos constriñan a deducir "ordenadamente", sikisikilla, la imposibilidad de erguir determinada Gestalt teórica a partir del culus mediterráneo.

En suma, la actividad del filósofo y la del huakaki no serían ni totalmente intraducibles ni integralmente traducibles la una en la otra, ni, por encima de todo, su común repertorio operacional podrá nunca constituir un fabuloso caudal conceptual en que bautizar a otras formas de pensamiento.

"Pluralidad de lenguas filosóficas", entonces. Es la definición de la serie de seminarios del Collège International de Philosophie que justamente en una de las desembocaduras de aquel río que hace rato ha dejado de creerse Jordán Filosófico, reunió a judíos, árabes, chinos y africanos para discutir de la inagotable inestabilidad de sus posibles filosofías, de cualquier filosofía.

VOLVER AL AUTOR

             

Google


web

H enciclopedia