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IDENTIDAD - COLONIALISMO - RAÍCES - RIZOMA - REGALIZ -

Ni poste ni rizoma: regaliz

Bruno Mazzoldi
La identidad viene siempre de otra, de otra parte. La nuestra, la mía, la de este texto que viene de otro, del que podría dar el título, y de otros que ignoro


Se habla mucho de raíces últimamentoe. O últimamente se habla mucho de raíces. ¿Porqué la disyuntiva, el cero de la "o", entre los dos asertos?

Lo que puede entregar a la imaginación el primero, serían raíces aferradas a la substancia de estos días. Mientras el segundo, inclinaría la lectura hacia otra interpretación: tales raíces no tendrían necesariamente su asidero en el presente, y, lejos de crecer como manglares en marismas de actualidad, simplemente proporcionarían argumentos para la conversación y el debate en el día de hoy. Por no hablar de congresos y asociaciones en pro de la identidad cultural, pues a eso apunta la metáfora vegetal: sustentar el tronco de la certeza identificatoria colectiva e individual.

¿Quién la socava? El neo-colonialismo. De paso el término "neo-colonialista", es colonialista si sugiere una puntería histórica renacentista, la que corresponde a la mira de la oposición entre los prefijos paleo y neo, por donde se nos cuadra todo un blanco evolucionista, progresista, vanguardista.

El colono entonces no solamente pone en duda esa certeza, sino que, además, lo hace después de haber escarbado la oquedad necesaria para la instalación de su exigencia, del totem de la nostalgia de lo que fue. La erección fantasmática desdobla la del colono mismo, tronco de emigrante sin raíces, mejor dicho poste auto-telefónico: "¿Aló? ¿Soy yo mismo?".

Hay que añadirle a Franz Fanon -quien decía que el colonizado es envidioso- que el colono no lo es menos, y del colonizado. Es él que contagia la ansiedad de la raigambre. No por nada invidus tiene a la vez sentido activo y pasivo. Y no hay cultura que no haya asumido los dos papeles, sin que se sepa quién fue el primer desenraizado, a menos que no hablemos de teología.

La identidad viene siempre de otra, de otra parte. La nuestra, la mía, la de este texto que viene de otro, del que podría dar el título, y de otros que ignoro.

Así que ni poste nostálgico de anclaje central, ni ausencia de centro del rizoma puramente operacional, esa suerte de raíz sin árbol (reciclaje metafísico de Deleuze-Guattari: la rizosfera como triunfo del presente plano).

Queda la disyuntiva. ¿Qué se le puede arrancar? Regaliz: para chupar, golosina y remedio, metida en la boca como en la tierra, palabra de palo.

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