H enciclopedia 
es administrada por
Sandra López Desivo

© 1999 - 2013
Amir Hamed
ISSN 1688-1672

 



MORITA, PAT - HABERMAS, JÜRGEN - BUDISMO ZEN -
COMUNICABILIDAD INTERSUBJETIVA -

Pat Morita y el pequeño saltamontes*

Mario Ferrari Brown
El Zen no se aprende franeleando bancos o poltronas recalentadas, no se "lee", se practica. El zen no se "sabe" de memoria, se practica actualizando un "no-saber" occidental


Karate Kid o como clonar los neuróticos saltamontes blancos. Didáctica preformativa no lineal y letrada. Pat Morita, transmutante de origen desconocido en el pastiche eficaz que realiza Hollywood al toque. Metáfora perfecta del sensei que no conoce las "reglas" del Karate organizado como circo deportivo.

Fantasma oriental colado en el celuloide del American Dream, invasión oblicua en el Occidente anal y neurótico. ¿Piaget o Pat Morita? Si usted es un pequeño saltamontes, estimado lector, vaya a pintar el cerco del bulín zen de Lin Yutang. ¿Complendió?

El Zen no se aprende franeleando bancos o poltronas recalentadas, no se "lee", se practica. El zen no se "sabe" de memoria, se practica actualizando un "no-saber" occidental.

Los amarillos ya no son los sospechosos confabuladores inescrutables del cine americano de los años '50, son empresarios samurai y maestros Zen con Pat Morita, Lin Yutang y Chuck Norris y por qué no, el soldado universal: Jean-Claude Van Damme.

Me escribió un querido amigo, académico en la U.C.L.A. que asistió a un seminario: "Oriente-Occidente", que reunió a importantes intelectuales sobre temas como: "Madame Butterfly y Madonna", "Filmografía de Bruce Lee", "El saunita de las geishas", "Influencias de Lin Yutang en el pensamiento de Habermas", "Semiótica del Nintendo",... y se sucedieron relevantes discusiones del "encuentro y reconocimiento" de las dos culturas.

La discusión más interesante surgió entre el invitado de honor, Pat Morita y el frankfurtiano Jürgen Habermas acerca de la "comunicabilidad intersubjetiva". Mi amigo me acota que en realidad no se entendieron y Pat Morita sólo hacía inclinaciones respetuosas de cabeza zen en sake. Luego tomaron alternativamente vino del Rhin y Sake, no se mamaron pero mi amigo escuchó que decían farfullando: "sabés cómo te quiero...."

Todos terminaron en un sauna de seda: "El Loto Franela," y disfrutaron de los aparatos hechos en Taiwán
(esos con pilas) y las pequeñas geishas les quemaron las cabezas masajeándoles el cuerpo. Además conocieron unas muñecas "glandes" de Taiwán, como le dicen los simpáticos orientales. Mi amigo que va a la academia de Pat Morita: "El pequeño Saltamontes," me dice que no entiende a las minas que van de lycra, con cuerpos de bikini open a ensayar la patada voladora, esa vernácula pirueta que hacía el legendario Martín Karadagian, la Momia y Peucelle.

Sombras chinas, sombras nada más y música para camaleones. Sensei Buda y académico Platón, arroz con palillos y spaghettis. Querido lector, pequeño y querido saltamontes, la escritura vernácula de Platón está clonando al camaleón. La escritura Blanca que viene del norte murió, la mató un habitante de Chinatown y eso no sakura. Sayonara.

*Publicado originalmente en La república de Platón, Nº14

VOLVER AL AUTOR

             

Google


web

H enciclopedia