II Doble articulación:
poder diferencial/lógica del capital
Como dije arriba, Mignolo entiende que para encontrar una lógica
alternativa a la modernidad es conveniente desprenderse tanto
del marxismo como del postestructuralismo por estar estos atados
a una pretensión de universalidad. Pero entiendo que si
de lo que se trata es de caracterizar diferencia colonial, entonces
tal vez sea conveniente intentar preguntarnos hasta dónde
nos pueda iluminar los conceptos de diferencia heredados del
marxismo y el postestructuralismo antes de tomar distancia de
ellos. En otras palabras, pretendo justificar la validez de aquellas
herramientas conceptuales que Mignolo directa o indirectamente
desecha y que pueden resultar útiles para el "border
thinking". Si el la diferencia colonial es producto de las
relaciones de poder instauradas por el expansionismo moderno,
entonces, resulta necesario e imprescindible atender a la noción
de poder diferencial postestructuralista que incluye una analítica
de las fuerzas implicadas en procesos de dominación.
En este trabajo pretendo demostrar que si bien Mignolo desecha
la noción de poder diferencial de Nietzsche así
como la teoría del valor de Marx, estas nociones no sólo
resultan iluminadoras del border thinking sino que delimitan
un espacio de acción que otorga un margen real de agencia
y resistencia al subalterno. Este espacio puede ser pensado como
un pliegue, un intersticio abierto en el seno mismo de la lógica
del capital. Entiendo que el poder colonial puede ser explicado,
parcialmente, por la noción de poder diferencial de Nietzsche,
ya que éste afirma que las fuerzas deben ser medidas de
modo cuantitativo y no cualitativo. Limitarse a establecer diferencias
entre cualidades es perjudicial, si no imposible, ya que la cualidad
no puede ser medida científicamente.
Nietzsche alinea la cualidad junto con los valores establecidos,
concretamente, los valores morales, por lo cual se halla contaminada
de prejuicios, ingenuidades y ambigüedades que deben ser
removidas mediante la crítica (The
Will to Power 710).
Una determinación de fuerzas puramente basada en la cualidad
reintroduce todos los fantasmas de la moral y de la ideología.
Por otra parte, la diferencia cuantitativa no está exenta
de crítica por parte de Nietzsche ya que una determinación
de fuerzas puramente cuantitativa no es menos abstracta, ideológica
e incompleta que una determinación cualitativa. Al igual
que Marx, Nietzsche afirma
que aunque fuera posible medir la energía empleada en una
acción, tal medición quedaría condenada a
la esfera de lo abstracto. No es posible reducir la cualidad a
la cantidad (Nietzsche
The Will to Power 564).
Cuando intentamos determinar el estatus de la diferencia nos encontramos
entonces entre el Caribdis de la cualidad moral y la Escila de
la cantidad abstracta.
La solución de este problema se halla en un planteo del
mismo en términos de relacionalidad. No es posible determinar
fuerzas aisladas, por el contrario, una fuerza
sólo puede ser determinable en relación a otra fuerza,
en otras palabras, solo puede ser determinable por su diferencia
con otras fuerzas. "Quantity itself is therefore inseparable
from difference in quantity", afirma Deleuze (Nietzsche
43).
No existe tal cosa como dos fuerzas iguales; ésta es una
ficción abstracta basada en el principio de identidad,
ficción que anula las diferencias reduciéndolas
a una unidad superior. Por otro lado, la cualidad es irreductible
a la cantidad, ya que es ella misma la diferencia cuantitativa
que no se deja igualar con la equivalencia abstracta y que aparece
cada vez que dos fuerzas entran en relación (Deleuze Nietzsche 44, Nietzsche
Will 565). La diferencia
cualitativa entre dos cantidades no puede ser reducida ni a la
pura cualidad (valor económico,
valor moral, valor estético)
ni a la pura cantidad (equivalencia
generalizada, principio de identidad, unidad de opuestos). La diferencia cualitativa
se puede determinar como la diferencia que existe entre dos quantum
de fuerzas que entran en relación.
Los problemas a los que se enfrentó Nietzsche a la hora
de determinar la cualidad, guardan cierta analogía con
los problemas que se enfrento Marx a la hora de determinar el
valor de uso. El valor de uso en general puede ser mirado desde
dos puntos de vista: la cualidad y la cantidad (Marx: Capital 125). Desde el punto de vista del valor de
uso, el valor difiere en cualidad, mientras que desde el punto
de vista del valor de intercambio, el valor difiere en cantidad
(128). Si bien el valor de uso se
halla del lado de la esfera de la cualidad, cada vez que una
mercancía con un determinado valor de uso (cualidad) es
intercambiada por otra mercancía con otro valor de uso,
aparece el valor de intercambio que opera una cuantificación
sobre el valor de uso. (Capital
126). ¿Cómo
podemos entonces determinar las fuerzas de producción
empleadas en determinada actividad? O en otras palabras, ¿cuál
es el valor de determinada actividad? Como señala David
Harvey, aunque fuera posible determinar de modo exacto las cualidades
de un determinado trabajo (habilidad,
facilidad, predisposición moral), o el quantum de energía
física empleada en una actividad, tal descripción
no sería más que una abstracción inútil
(Harvey, 102).
La solución de este problema converge con el tipo de solución
que le dio Nietzsche al problema de la diferencia cualitativa.
Para determinar la base material de una actividad, es decir,
su valor de uso, es necesario prestar atención al momento
en que el valor de uso se transforma en valor de intercambio,
es decir, el momento en el cual la actividad es mediada por un
equivalente generalizado (Grundrisse
881). La equivalencia
generalizada opera mediante abstracción reduciendo la
cualidad a la cantidad(5).
Por un lado, según Nietzsche, mientras que la cantidad
es inseparable de la diferencia cuantitativa (D1) ,
la cualidad es la diferencia cuantitativa que se establece cada
vez que dos o más fuerzas entran en relación (D2).
Por otro, según la lógica del capital, la cualidad
(valor de uso) sólo es determinable
cuando entra en relación con un sistema de equivalencia
generalizada (cantidad abstracta)(6),
con lo cual se produce un ocultamiento de la cualidad como diferencia
cuantitativa (D2).
La determinabilidad de la diferencia cuantitativa y cualitativa
posee consecuencias prácticas fundamentales. En primer
lugar, el capital opera mediante un engaño que consiste
en reducir las cualidades a cantidades, de lo que resulta su
poder para obtener plusvalía. Pero en segundo lugar, el
poder diferencial es capaz de abrir una pequeña brecha
en la lógica del capital, ya que el proceso permite la
emergencia de una diferencia cualitativa en el sentido de diferencia
entre dos cantidades de fuerza en relación (D2).
Si bien D1 se halla ocultada en el proceso capitalista, la distancia
entre la cantidad de fuerza empleada por una actividad y la cantidad
de fuerza del capital permite a la diferencia cualitativa (D2) no quedar anulada en el dicho proceso.
Producir, crear y pensar son actividades que crean líneas
de diferenciación y creación que si bien entran
en conjunción con la lógica del capital no pueden
ser enteramente reducidas al mismo. El poder diferencial de
la actividad se haya implicado en pero no es explicable por el
poder del capital. En este sentido Negri y Hardt asignan
al trabajo el carácter de flujo vital idéntico
al de la voluntad de poder nietzscheana (Labour
of Dyonysus 7).
El trabajo (manual e intelectual) es fuerza, vida, diferencia
cualitativa que se define por su capacidad de transformar la
realidad, fuerza que entra en relación con otras fuerzas
y que no se deja reducir al poder del capital.
¿Qué puede aportar la noción de poder diferencial
a la diferencia colonial? ¿Qué sentido cobra la
diferencia colonial a la luz de la expansión capitalista
y el proceso de globalización? ¿Qué capacidad
de agencia obtiene la producción intelectual en esta pequeña
brecha que abre el poder diferencial en la lógica del
capital? ¿Qué relevancia tiene la doble articulación
entre la lógica del capital y el poder diferencial a la
hora de iluminar la diferencia colonial? Caracterizar la diferencia
cualitativa en términos de lucha de fuerzas entre trabajo
y capital no nos devuelve aquel un cielo puro de la diferencia
incontaminada que no entra dentro de la lógica del capital.
Lo local, la alteridad, la diferencia cualitativa no son puntos
arquimédicos situados en un afuera del capital.
Con esto quiero decir que la doble articulación poder
diferencial/lógica del capital no provee al "border
thinking" de un afuera externo al proceso desde el cual
ejercer una crítica radical. Pero por otro lado, es capaz
de abrir un espacio de lucha y resistencia delimitado por la
distancia que hay entre el quantum del trabajo (en el sentido de capacidad transformadora
de la realidad) y
el quantum de fuerza que el capital extrae de este trabajo.
Podrá no haber un afuera del proceso, pero en la inmanencia
del mismo es posible encontrar un espacio de indeterminación
abierto por la noción de poder diferencial. La diferencia
colonial es el efecto del proceso imperialista que traza líneas
de diferenciación e integración, y que no actúa
mediante un modelo transcendente sino en la inmanencia misma
de su expansión. La diferencia colonial no es el no-ser
del Ser, llámese Europa o Capital, es decir que no es
un punto externo al proceso sino resultado del proceso. En este
sentido, yo entiendo que, el poder diferencial de la actividad
intelectual, manual, o revolucionaria producida desde los bordes
del mundo moderno/colonial se haya implicado (directa o indirectamente) en pero no es enteramente explicable
por o reducible al poder del capital.
El no estar afuera del proceso no es óbice para la resistencia
que se pueda ejercer desde los bordes, ya que la diferencia colonial
posee un poder diferencial distinto al poder del capital. Lo
que quiero decir es que hay que entender esta diferencia colonial
en el sentido cabal de ambas palabras, ya que por un lado posee
un poder diferencial diferente al del capital (el
capital, en este sentido no es la única regla), pero por otro lado el carácter
colonial de esta diferencia la obliga a seguir las reglas de
los diseños globales. La lógica del capital es
como una función constante atravesada por un sistema de
variabilidad que ella misma engendra que se llama diferencia
colonial. El poder diferencial de la actividad intelectual que
tiene lugar en contextos coloniales y postcoloniales no es enteramente
explicable por el poder del capital por razones que son históricas
y al mismo tiempo ontológicas.
Existe una distancia entre la fuerza productiva en contextos
postcoloniales y el poder de la lógica del capital, la
que abre un espacio que es mas lejano que cualquier punto exterior,
un afuera que es interior al proceso, un margen de indeterminación,
un lugar de enunciación o resistencia, o como diría
Mignolo, un "lugar de enunciación situado en los
bordes del mundo moderno y colonial". El "border thinking"
se podría ver beneficiado de una alianza con la doble
articulación poder diferencial/lógica del capital
no por un mero afán de continuar pensando lo que pensaron
en Europa, ni con el propósito de integrar la crítica
monotópica europea. Esta apropiación sería
una invasión de los intersticios dejados abiertos por
esta crítica, pliegues que habitan la distancia que existe
entre un sistema de fuerzas y el sistema de fuerzas del capital,
con el propósito de reinsertar nuestro propio pensamiento
en el núcleo mismo del pensamiento eurocéntrico:
no existe mejor defensa que un buen ataque.
Notas:
(5) No entraré aquí
en discusiones acerca de las diferencias entre los diversos modos
de equivalencia genralizada, llámese capital, dinero o
simplemente la equivalencia generalizada necesaria en cualquier
sistema mercantilista.
(6) Nótese la sintonía
que hay entre la equivalencia abstracta producida por el capital
y la noción de cantidad abstracta como fuerza aislada
denunciada por Nietzsche y también por Marx.
Bibliografía:
Deleuze, Gilles.
Difference and Repetition. New York: Columbia University Press,
1994.
---, Nietzsche and Philosophy. New York: Columbia University
Press, 1983.
Foucault, Michel. Discipline and Punish: The Birth of the Prision.
New York: Vintage
Books, 1995.
---, The History of Sexuality.An Intoruction. New York: Vintage
Books, 1990.
Hardt, Michael, and Antonio Negri. Empire. Cambridge, Massachussetts:
Harvard
University Press, 2000.
---, Labor of Dionysus: A Critique of the State-Form. Minnesota:
University of
Minnesota Press, 1994.
Marx, Karl. Capital. New York: Vintage Books, 1977.
---, Grundrisse. London: Penguin Books, 1973.
Mignolo, Walter. Local Histories/Global Designs. Princeton, New
Jersey: Princeton
University press. 200.
Nietzsche, Friedrich Wilhelm. The Will to Power. Trans. Kauffmann
and Hollingdale,
Random House, 1968.
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