H enciclopedia 
es administrada por
Sandra López Desivo

© 1999 - 2013
Amir Hamed
ISSN 1688-1672

 



ESTILOS RAPEROS - CHEVROLET IMPALA -

El contenido de la superficie*

Fernando Santullo Barrio
El uso de la red para el pelo actúa como reafirmador de la condición social y legal, no solo de la raza. Para cuando ese accesorio llega a la cabeza de Michael Jackson, una amplia red de mediaciones se ha interpuesto entre la estrella y su reivindicación original

Ladrones, marginales e inmigrantes ilegales son responsables de buena parte de la indumentaria de las estrellas del rock y el rap. Tan es así, que Michael Jackson podría considerar a los presos de las prisiones estatales estadounidenses como sus asesores de vestuario. En ocasiones, la moda parece surgir de las zonas "poco respetables" de la sociedad antes que del genio de diseñadores y empresas.

Cuando los presos latinos ingresan a las cárceles norteamericanas, les es entregado un uniforme compuesto por un pantalón y una camisa de botones de color azul deslavado. Dada la complexión tradicional de la población carcelaria estadounidense, aún las tallas más pequeñas de estas prendas resultan enormes para los latinos, delgados y de menor estatura. Como una forma de reivindicar su origen racial, los latinos no adaptaron las prendas a su tamaño, dejando que los pantalones se arrugaran en sus tobillos y que sus camisas colgaran sueltas de sus hombros, disparando sin proponérselo una de las modas mas usadas por miles de jóvenes en todo el mundo.

Las redes para el pelo que usa Michael Jackson y un buen número de "raperos" tienen también un origen poco digno. Esas redes son usadas por los cocineros de las prisiones (y los cocineros en general) para que sus cabellos no caigan sobre los alimentos. Usar redes para el pelo en fiestas, o simplemente en la calle, es algo común entre los habitantes más pobres de las grandes ciudades estadounidenses. En ese caso, el uso de la red actúa como reafirmador, también, de la condición social y legal, no solo de la raza. Para cuando ese accesorio llega a la cabeza de Michael Jackson, una amplia red de mediaciones se ha interpuesto entre la estrella y su reivindicación original.

Estrellas y descuentos

'Dickies' es una de las marcas de ropa más populares entre las estrellas del rock y el pop. Sin embargo, son las prendas más baratas que se pueden conseguir en los supermercados de descuento. La marca se especializa en producir "basics", es decir, prendas básicas dentro de cada estilo, centrándose sobre todo en ropa de trabajo. Sus pantalones pinzados de algodón son similares a los que usaba Don Johnson en Miami Vice, y son lo más parecido que se puede conseguir a los Armani que este llevaba por menos de quince dólares. Los jóvenes latinos de los barrios pobres, que no podían gastar cuarenta o cincuenta dólares en unas bermudas Airwalk, solucionaron el problema cortando sus Dickies de algodón debajo de la rodilla. Por eso, cuando ya nadie quería parecerse a Don Johnson y su espantoso look de 'fiolo' trasnochado, las estrellas del rock y el pop (Beck y los Beastie Boys entre muchos otros), no dudaron en incorporarse al giro que los latinos pobres le habían dado a prendas tan convencionales y primarias como las producidas masivamente por Dickies.

El caso de los Beastie Boys es aún más evidente. Su propia grifa de ropa lleva por nombre X-tra Large, citando en forma explícita los talles excesivos popularizados por los presos latinos.

Otro ejemplo son las camisetas sin mangas ajustadas, la prenda más barata que se puede conseguir en los Estados Unidos sin ir a las tiendas del Ejército de Salvación. También son fabricadas por Dickies (entre muchos otros) y son visibles en cuanto vídeo rapero existe.

Autos viejos, baja velocidad

También presentes en cada video y película de raperos (mas si son gangsters) están los viejos Chevrolet Impala. En los costosos clips de Coolio, Dr. Dre y Snoop Doggie Dog, los elegantes y estlizados autos saltan y bailan al ritmo de los "beats" de las canciones. Estos saltos se obtienen gracias a la instalción de sistemas hidráulicos en los vehículos conectados al estereo, que envía señales con cada tambor y bombo.

Contrariamente a lo que se podría pensar, el origen de su revival tiene poco que ver con un regreso de la época dorada hollywoodense o algun retorno parecido.

El sueño de todo inmigrante pobre que llega a los Estados Unidos es comprarse un auto. Una vez obtenido el primer empleo, esos inmigrantes suelen traer a sus familias desde su país de origen. Cuando deciden comprar su primer vehículo, suelen hacerlo tomando en cuenta estos familiares, en general varios, y la utilidad del vehículo para el trabajo.

Los viejos Chevrolet Impala resultan mas que adecuados tanto para transportar familias numerosas en sus amplios interiores, como productos diversos en sus amplios maleteros. Al ir llenos de gente y carga, los viejos automóviles resultaban lentos y su amortiguación se resentía, circulando de esta forma a baja velocidad, casi pegados al suelo. En los "freeways" de California existe una velocidad mínima que debe ser respetada a los efectos de que la indispensable fluidez de la circulación vehicular quede asegurada.

Cuando los Impala de los inmigrantes circulaban en las autopistas, lentos y casi rozando el suelo, eran detenidos por la policía de Tránsito, que multaba a los conductores y, en ocasiones, confiscaba los vehículos, dado que, tanto la baja velocidad como la circulación de autos tan bajos en un "freeway" son considerados peligrosos y, por ende, ilegales.
Como una forma de protestar contra lo que, desde su punto de vista, era una arbitrariedad, los inmigrantes comenzaron a circular a baja velocidad en las autopistas, en forma organizada e intencional, sin carga o peso alguno que justificara su lentitud. Nuevamente, las autoridades llevaron detenidos a quienes se manifestaban de esta forma.
Así las cosas, los inmigrantes decidieron instalar sistemas hidráulicos en sus autos, como forma de poder subir o bajar a su antojo la altura de sus vehículos.

Actuando en forma conjunta, cuatro o cinco viejos vehículos (entre los que predominaban los Impala, por cierto) bloqueaban cualquier autopista, circulando despacio y con sus chasis casi al ras. Cuando la policia se acercaba, hacian funcionar sus sistemas y aumentaban la velocidad. Cuando la policía llegaba hasta ellos, eran autos que circulaban a velocidades y alturas normales.

El paso lógico a la instalación de estos hidráulicos con fines reivinidicativos, fue su aprovechamiento con fines de diversión y estatus: los sistemas se convirtieron en indicadores de bonanza económica y prestigio social. Más hidráulicos comenzaron a implicar mas dinero.

Es en este punto donde Coolio, Dre y la mayor parte de los raperos afroamericanos toman el asunto: en cada uno de sus videos, los Impala reciclados permiten a los protagonistas, entre salto y salto, ganar mujeres y exhibir su éxito. La baja velocidad, que era usada por los inmigrantes como elemento de protesta, aparece en los videos de rap como una forma de ostentación personal.
Con todo, todavía hoy la mayor parte de quienes reciclan autos de los sesenta y setenta son latinos.

La moda en casa

Paseando por la rambla montevideana, asistiendo a fiestas "raperas", visitando disquerías especializadas, viendo exhibiciones de los promocionados deportes "radicales" (especialmente el skate en todas sus variantes) o simplemente mirando videos "raperos" en MTV resulta notorio el predominio de ciertas prendas y accesorios. Los pantalones y bermudas cinco talles más grandes, las camisas y t-shirts extra grandes, las cadenas plateadas colgando de la cintura son solo los mas repetidos.

En Uruguay todavía no comenzó la moda de reciclar los viejos Impala y Mercury (quizá nunca llegue), pero cualquiera que mire TV sabe que esto ocurre en otras latitudes. No es menos cierto que, como en cualquier parte del mundo occidental, no hay una sola "moda", ni siquiera una sola "última moda".

Si bien es cierto que, tal como es visible en los medios y en la gente que la lleva sobre sí, la "moda" es creación de diversos diseñadores y/o empresas, el origen de esas tendencias no siempre resulta tan obvio como podría parecer. A la luz de los ejemplos señalados, no es evidente por cierto que determinado corte de jean presentado en el mercado en un momento dado, sea obra y gracia de la genialidad de los responsables de alguna de las cuatro o cinco marcas fundamentales en el rubro.

De alguna forma no parece increíble que en la "realidad", la calle, los bares, los barrios, en definitiva, las ciudades y su gente, esté la información con la cual esos diseñadores desarrollan lo que se conoce como "moda". En Uruguay, parte de esa "realidad" es también la información que llega sobre otras "realidades". Casi no es necesario apuntar que, tal y como circula hoy la información, es más fácil saber qué ropa lleva un preso estadounidense que la que tiene puesta un preso del Comcar.


* Publicado originalmente en Insomnia, Nº 12

VOLVER AL AUTOR

             

Google


web

H enciclopedia