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ISSN 1688-1672

 



POR UNA FORTUNA UNA CRUZ: POLÉMICA DE PRENSA -

Polémica en la prensa de ayer*

María José Santacreu
Esta fue una de las polémicas mas enconadas motivada por la publicación de una narración que se ha dado en la prensa de la época


La novela de Marcelina Almeida no pasó desapercibida: bajo el título Por una fortuna una cruz ó por un cuaderno de disparates un patacón se inicia una violenta campaña crítica de alguien que se escuda bajo el seudónimo "Telésfora".

Las críticas de "Telésfora" provocarán un debate a favor y en contra de Almeida y de las mujeres escritoras en general. Este debate, que al principio se da -ya en 1860- en las páginas de La República, luego se extiende a toda la prensa montevideana. Amparada en el anonimato "Telésfora" descarga contra Marcelina Almeida una serie de insultos personales:

"¿Quieren nuestros lectores saber el fin moral de la obra que nos ocupa? Preguntenselo á la autora, pues por nuestra parte la única moralidad que descubrimos es la de que una cabeza que produce tales y tantos fenómenos debe estar fenomenalmente construida, y digna de mecerse sobre las que meditan en la quinta de Vilardebó. [...}

Decididamente esta Da. Marcelina es un antitesis del matrimonio. No os caseis niñas porque detras del altar, ó debajo de la cama, vais á encontrar mortajas, caretas, cuchillos, puñales, delitos, traiciones, y tantas cosas mas. Tened cuidado cuando os halleis en los brazos de vuestros esposos, tened cuidado os repito, porque puede aparecerse alli la careta de Da. Marcelina con su color de caña mariposa (plagio á la autora) su nariz de cachemira verde mar (otro plagio á la misma) y su boca de redingote (y concluye el plagio) [...}

¿Y lo de la palabra mojada en lágrimas? Usando de la misma libertad podríamos decir: Cuando Doña Marcelina escribió esta frase tenía la inteligencia mojada en agua salada, ó estaba convertida en una jaula, de la que se escapó su pájaro llamado palabra mojada. [...}

El artista ingles del jardin de Buero es á la música, lo que Marcelina á los signos ortográficos, por que asi como aquel canta las notas en baturrillo, esta siembra las comas, puntos y comas, dos puntos y puntos finales, de modo que no pueda digerirlas el lector /.../ La novela por una fortuna una cruz desde su titulo hasta el último renglon de su primera entrega que es todo lo que hemos visto hasta hoy, pertenece á esa clase de obras que por muy claras nadie las entiende, por muy tontas todos las buscan (se entiende para reirse)/.../ Cansadas, fatigadas, estropeadas, molidas, hastiadas cerramos la entrega en la página 21, sin intenciones de volverla á abrir; pero una amiga entra por la puerta de nuestro cuarto, toma el cuaderno, lo abre en la pájina 43, empieza á leer y tropieza con estos cascotes del estilo Almeido, -Marcelina./.../ Nuestra amiga cerró el cuadreno. Estos son disparates, dijo, pero disparates como nunca he visto /.../"

"Telésfora" termina el ataque con unos torpes versos dedicados a Marcelina:

"/.../ Tampoco será estraño,/Que el juguetón Mercurio/Con cariñosa mano/Os condecore al punto/Cual Jupiter al asno./Es decir Marcelina:/Con un buen par de orejas/.../"

El artículo provocó varias reacciones y el debate se dispersó a otros medios, en los que escritores bajo los seudónimos de "Angela", "Indamira" y "Jacinta", participaron de la polémica. Asimismo se comenzó a especular sobre la identidad de "Telésfora" al punto de plantearse que era un hombre quien se escondía bajo un seudónimo femenino. Tanta intriga y especulación en torno a la identidad de "Telésfora" provocó que tanto Alejandro Magariños Cervantes como J. H. Uriarte tuvieran que salir a la prensa para desmentir ser quienes habían escrito tales artículos. Bajo el título "Telésfora! ¿Que has hecho?" y en artículo sin firma de La República se cita el descargo de Magariños en los siguientes términos:

"Has obligado á este señor [Magariños} á enristrar la pluma y dedicar cuatro columnas del 'Pueblo', para escusarse de toda participación en esos escritos. He aquí un párrafo solamente de la escusacion; lee y abismate:
'Volviendo al asunto que me puso la pluma en la mano/.../ he creido conveniente declarar una vez por todas, que prescindiendo del mérito literario que puedan tener los escritos que se me atribuyen/.../ y reconociendo todos los derechos á la crítica, menos el de conservar el anónimo, cuando la opinion publica designa como autores á otros que pagan el pato sin comerlo ni beberlo, declaro una vez por todas que por mi parte jamás escribo una linea, sinó bajo mi nombre, si se trata de cosas sérias; ó bajo seudónimo que uso desde que estaba en España, si me ocupo de cosas que cosidas parecen bolsas /.../"

La polémica continuó entre más críticas de "Telésfora" a la segunda entrega de la novela sumándose la voz de defensa a "Telésfora" del redactor de La República quien declaraba estar de acuerdo con la anónima cronista, dar fe de que se trataba de una mujer, defender el derecho a criticar y hacía notar que Almeida no había rebatido ninguno de los puntos criticados.

Marcelina Almeida toma solo una vez la palabra en el debate y con una publicación solicitada al redactor del periódico en los siguientes términos:

"Sr. Redactor de la República. Creo tener el derecho de solicitar un muy pequeño espacio en las columnas del Diario que V. redacta, no para contestar al pobre artículo que se rejistra en la crónica como solicitada el dia 15, sino para manifestar á V, la sorpresa que justamente debe causarme, al ver que un diario ilustrado como el de V. /.../ haya hecho una publicacion de ese género: es decir una especie de baja detractacion, por un individuo enmascarado y cubieto con el nombre de una mujer.

Todos saben lo que valen las publicaciones de esa clase, y estoy cierta que V. comprenderá cuanta bajeza hay en el autor ó autores de ella. /.../ me siento favorecida con las opiniones de esas autoridades literarias, que valen mas que esos falsos nombres /.../ espero que V. no verá en esto vanidad, caballero; sinó conciencia de lo que valen al lado de un eminente poeta Figueroa; de un Dr. Pena; de todos los diarios de Montevideo y Buenos Aires, las palabras de un ente desconocido /.../"

Esta fue una de las polémicas mas enconadas, motivada por la publicación de una narración, que se ha dado en la prensa de la época.

* Publicado originalmente en Insomnia, Nº 32

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