H enciclopedia 
es administrada por
Sandra López Desivo

© 1999 - 2013
Amir Hamed
ISSN 1688-1672

 



HUMANIDADES -


Carta a revista Humanidades

Gustavo Remedi

 

 

Una lectura desatenta e infeliz de mis apuntes, una retórica que tomó control y me hizo usar expresiones inexactas, prejuicios y sobreinterpretación (...), no haber dado en la tecla en cuanto al meollo de mi desacuerdo, puedan explicar, aun si no justificar, mi error. Solicito se publique esta aclaración y pedido de disculpas.

Estimado Alcides Beretta
Director
Revista de Humanidades

El motivo de esta nota es responder a la carta en la que mi colega Aldo Mazzucchelli, con razón, critica —rechaza— mi caracterización equívoca de su posición respecto a las ideas de Stanley Fish. En “Elogio de las Humanidades” digo que en “El pecado original de las Humanidades” Mazzucchelli se hace eco de la postura de Fish (por ejemplo, que las Humanidades no han de servir “para nada”, pero que tampoco se ha de buscar ninguna justificación o utilidad para honrar su esencia), cuando en realidad, luego de exponer las razones de éste, toma distancia y critica de cínico a ese autor, al tiempo que enumera una serie de funciones históricas —apuntadas por Gumbrecht— y expectativas, en cuanto a su valor en nuestra sociedad (informar los dilemas éticos y las políticas públicas, construir ciudadanos más inteligentes y reflexivos, etc.), que el mundo real espera de las Humanidades. Una lectura desatenta e infeliz de mis apuntes, una retórica que tomó control y me hizo usar expresiones inexactas, prejuicios y sobreinterpretación de su texto (que se origina en la creencia de que el lenguaje no es transparente y los textos nunca son lo que parecen y son contradictorios), no haber dado en la tecla en cuanto al meollo de mi desacuerdo, puedan explicar, aun si no justificar, mi error. Solicito se publique esta aclaración y pedido de disculpas.

Es preciso subrayar, sin embargo, que el asunto de mi ensayo no era centrarse en mi colega Mazzucchelli —que incluí en mi trabajo en reconocimiento de haberse tomado el trabajo de pensar y escribir sobre un tema que nos preocupa a ambos y sobre lo que hemos conversado en otras ocasiones—, sino explorar el sentido histórico y función de las Humanidades, “reconstruir el proyecto humanístico” que le da sentido, interrogarnos acerca de las preocupaciones, preguntas y objetivos que guían o deberían guiar nuestro quehacer en este siglo que despunta, renegociando nuestra relación —no rompiendo— con el pasado, repensando nuestra relación con el poder (en sus múltiples ejes y formas).

La estrategia expositiva escogida consistía en hacer una breve recapitulación de su historia, identificar algunas contradicciones persistentes, dilemas que nos siguen desafiando, delinear un mapa de posiciones posibles y arriesgar —compartir— mi propia toma de posición y razones.

Mi referencia a la posición de Fish, que es atendible aun si discutible, representa la posición de muchos y es una, aun si no la única posición predominante—, y a otras —las posturas occidentalistas, nacionalistas, modernizadoras, iluministas, posmodernas, etc.—, perseguía identificar una serie de posibilidades como telón de fondo de nuestro problema y desafío —la agonía de las Humanidades. No se trataba, en ningún caso, de denostar sino de explicitar y polemizar con las distintas posiciones sobre el tema, con ánimo no de vencer sino de encontrar una salida.

En relación a Fish (no a Mazzucchelli) también aclaro que, referirme o cuestionar a una postura hedonista o egoísta, es decir, centrada en un quehacer dictado por la mera voluntad y arbitrio individual y la búsqueda de gratificación personal (estética, intelectual, sicológica) no tuvo un propósito de maledicencia, sino de explorar sus condiciones de posibilidad o pertinencia como actividad humanista en este tiempo, en este lugar.

Dado el propósito de esta nota de aclaración y disculpa, no es este el momento de volver y ahondar aquí en las distintas posiciones, o en el modo en que plantea el problema mi colega Mazzucchelli, que merece mejor consideración y discusión, y queda como tarea pendiente.

Cordialmente,
Gustavo Remedi

 

VOLVER AL AUTOR

             

Google


web

H enciclopedia