17 Un puñado
de ideas
En 19... Ezra Pound
y Dorothy Shakespear inauguran una nueva época, mudándose
a la pequeña Rapallo, cerca de Génova, en la costa
occidental italiana. Allí comienza Pound a interesarse
cada vez más en la economía, y llega a desarrollar
una especie de teoría, basada en las ideas acerca del
crédito social del olvidado economista Douglas.
En 1932 Pound pasa una temporada con Marinetti en Roma. Es a
través del creador del futurismo que comienza a acercarse
a Mussolini. Finalmente se arregló una entrevista entre
ambos, que ocurrió a las 17:30 del lunes 30 de enero de
1933, en el Palazzo Venezia de Roma.
El propósito de Pound era hacer un retrato del dictador
para la prensa americana. Pero también entregó
a Mussolini un texto de 18 páginas que resumía
sus recetas económicas. Obviamente, el efecto en Mussolini
fue igual a cero. Por la misma época, publicó un
panfleto con esas mismas ideas, llamado ABC de la Economía,
cuyo principal objetivo, que era ser comprensible para una amplio
tipo de públicos, no fue alcanzado. "Es cierto
-trataba de justificar Pound a propósito de las críticas
a ABC of Economics- no procedo de acuerdo con la lógica
aristotélica, sino de acuerdo con el método ideogramático,
que reúne a la vez todos los componentes necesarios a
un pensamiento".
Evidentemente, no se trata de un buen método para exponer
pensamiento económico, en el caso en que este existiera
y fuese sólido, cosa que deja enormes dudas en Pound,
que no habia tenido ninguna formación especializada en
el asunto.
18 Pound speaking!
En abril de 1939, Pound
se embarca para América en una misión delirante:
Entrevistarse con Roosevelt y convencerlo de que cambiara el
rumbo de la economía norteamericana y, acaso, evitara
la guerra. el método ideado para llegar al presidente
era simple y maravilloso: llamar por teléfono a la Casa
Blanca, y pedir una entrevista. Se alojó, al principio,
en la casa neoyorquina de Cummings y su esposa, quienes rápidamente
huyeron de un huésped con ideas tan definitivas. Entonces
Pound fue a Washington. Llegó a entrevistarse con varios
legisladores, a someterlos a la escucha de alguno de sus panfletos
económicos -y a la mayoría de ellos les dedica,
luego, versos vitriólicos en diferentes Cantares.
Llamó por teléfono varias veces a la Casa Blanca,
pero Roosevelt nunca lo recibió.
A la vuelta a Rapallo se desató la guerra. Ezra Pound
ofreció sus servicios al gobierno italiano para montar
una serie de emisiones radiales que llevaran a los americanos
a apreciar y simpatizar con el fascismo. Después de insistir
durante DOS AÑOS, finalmente le fue concedido. La primera
emisión fue en enero de 1941. La idea general de Pound
era que las guerras eran creadas por la codicia de los usureros
y los fabricantes de armamento. Cuando Estados Unidos entró
en la guerra (diciembre de
1941) Pound decidió
seguir emitiendo con su propio nombre. Independientemente de
toda otra consideración, Pound necesitaba esas audiciones
para vivir. Las dos casas que mantenía le hacían
sobrevivir en una condición económica nada holgada.
El 26 de julio de 1943, una corte federal de los Estados Unidos
acusó a Ezra Pound de adherir a los enemigos de los Estados
Unidos. En otras palabras, traición. La pena iba desde
5 años de prisión y U$S 10.000, a la silla eléctrica.
Pound pasó agosto en Rapallo, viendo qué sucedía.
En septiembre, los aliados tomaron Roma. Por esos días,
un empleado del Minculpop -el Ministerio de Cultura Popular-
romano recuerda haber visto a Pound deambulando por las desiertas
oficinas, en busca de los manuscritos de sus charlas radiales.
Pound le dijo que si los encontraba, podría exhibir el
contenido como prueba de su inocencia...
19 Mr Steel
Entonces, Pound decidió
escapar. Inició un viaje solitario al norte, con un huevo
duro, pan y uvas en su mochila, que le proveyó una amiga
de su segunda mujer Olga Rudge, llamada Nora Naldi. Caminó
de Roma a Rieti - setenta y cinco kilómetros -, luego
tomó un tren a Bologna, de allí otro a Verona,
y finalmente siguió caminando, hasta que llegó
a Gais, Tirol, donde vivía su hija Maria. Volvió
luego a Rapallo. Finalmente, dos partisanos le arrestaron el
3 de mayo de 1945, en la casa de Olga Rudge, en San'Ambroggio.
Ezra estaba trabajando en textos de Confucio.
Después de dos meses de desparición, la familia
de Pound se enteró finalmente de que estaba a tres kilómetros
de Rapallo, en un campo al aire libre de rehabilitación
llamado "Centro de Entrenamiento Disciplinario" (iniciales en inglés: DTZ), al norte de Pisa. El campo
estaba dedicado a asesinos, cobardes, desertores, y militares
recalcitrantes. Algunos de ellos esperaban su traslado a América
para ser juzgados por cortes federales. Alrededor del perímetro
corría una alambrada eléctrica, salpicada de torres
con centinelas armados de ametralladoras.
Los prisioneros estaban sometidos a un programa de "reentrenamiento"
de 14 horas diarias, calificado por el ejército como "más
duro que la lucha en el frente mismo".
Los delincuentes más peligrosos, algunos de los cuales
eran además considerados 'magos del escape', eran encerrados
bajo medidas de extrema seguridad, en jaulas de metal. El poeta
Ezra Pound fue destinado a una de esas jaulas. En realidad, un
oficial algo obnubilado, de nombre Steele (significa acero),
a cargo entonces del campo, dispuso redoblar las condiciones
de seguridad de la jaula de Pound.
La noche antes de su arribo, guardias del campo cortaron con
sopletes la malla de acero normal de esa celda, y la sustituyeron
por una de acero pesado airstrip, llamado así porque
se usaba para emplazar pistas de aterrizaje improvisadas durante
la guerra. Más tarde, para justificar este tratamiento,
enviaron a Washington un comunicado indicando que las medidas
se habían tomado para prevenir "escape o suicidio"
del recluso. Entre los oficiales a cargo, la mayoría muy
jóvenes, nadie sabía exactamente quién era
Ezra Pound. Entre los demás presos, luego de la noche
de los sopletes, se lo empezó a ver como un fenómeno.
Se llegó a decir que los crímenes de guerra de
los que se lo acusaba llenaban 12 carillas.
Pound entró a la jaula, de 1.80 por 2 metros, a las tres
de la tarde del 24 de mayo de 1945.
Se le dio ropa de preso, y se le permitió conservar consigo
tan sólo el texto chino de Confucio, un pequeño
diccionario inglés-chino, y una Biblia.
"Ha, yo era un criminal peligroso... Ellos pensaban que
yo era un salvaje peligroso y me tenían miedo. Tuve un
guardia noche y día (...) Los soldados venían a
la jaula a mirarme. Algunos me traían comida. El viejo
Ez era la atracción de la feria."
Cuando llovía, el agua entraba por los cuatro costados.
A Pound no se le dio, como al resto de los prisioneros, una tela
para portegerse, pues las órdenes eran que estuviera a
la vista las 24 horas del día. Uno de los guardias recuerda:
"El volumen de Confucio estaba a su lado contínuamente,
y el prisionero leía durante horas, o simplemente se sentaba
y se arreglaba la barba hirsuta, mirando el camino hacia Pisa,
y a la gente, o algún ganado que pasaba ocasionalmente".
Después de tres semanas en la jaula, se le sacó
para un examen médico. Se le diagnosticó confusión
mental y claustrofobia. Tenía los ojos inflamados por
la falta de sueño, el polvo y el sol. Se le diagnosticaron
gotas, y se le trasladó a una tienda, fuera de la zona
de jaulas. Había pasado en ella casi un mes.
20 Rapsoda aéreo
Según el relato de un oficial francés que fue testigo
directo, en el avión que lo transportaba, fuertemente
custodiado, a Estados Unidos, para ser juzgado y, probablemente,
ejecutado, "Ezra estaba callado, vestido con la sucia
ropa del prisionero. En la madrugada, cuando estabábamos
en medio del Atlántico, la gruesa capa de nubes se rompió
por primera vez, y el sol empezó a brillar. De golpe,
Pound saltó del asiento y, mirando el tremendo mar que
rielaba allá abajo, entró en éxtasis, se
transformó en un pájaro recién liberado
de la jaula, un hombre recién escapado de un profundo
y oscuro agujero. Empezó a caminar por el pasillo declamando
poesía al estilo de un rapsoda." Ese fue el primer
viaje en avión de Ezra Pound.
21 "El más
grandioso bufón y mentiroso en este negocio"
Al abrirse el proceso,
fue solicitada la opinión de algunas personas sobre Pound.
William Carlos Williams fue una de esas personas. Su respuesta
resume la gran complejidad del asunto, y la dificultad para encasillar
a Ezra Pound en cualquier compartimento mental preconcebido:
"No puedo escribir sobre Ezra Pound con serenidad. Cuando
pienso en la insensibilidad de alguna de sus cartas durante los
últimos seis o siete años, alegres comentarios
acerca de 'carne fresca en las estepas rusas' o la guerra de
España como algo 'no más importante que el desecado
de algunos pantanos llenos de mosquitos en el África profunda',
'Hitler el mártir' y todo eso -quiero incluso olvidar
que alguna vez lo conocí. Su vicioso anti-semitismo y
otras cosas lo han hecho descender en mi mente más allá
de lo que nunca creí posible... Pero esa no es toda la
historia...Ezra Pound es uno de los poetas más competentes
de nuestra lengua... Él es, también, debe ser dicho,
el más grandioso bufón y mentiroso en este negocio.
Ustedes no pueden permitirse tomar demasiado en serio a una persona
como esta - y sin embargo, es un hombre importante... Sus estupideces,
unidas a su arrogante autoestima le han derribado - pero tratar
de hacer un criminal de él por esto es quedar expuestos
a la acusación de estarnos moviendo por una estupidez
aún mayor que la que pretendemos enfrentar... Ezra Pound...visto
como una suerte de amenaza para América, comparado con
alguna de las enfermas mentes realmente importantes entre las
que vivimos, mencionemos por ejemplo a la prensa...es infantilismo
puro. Él, simplemente, no es peligroso, mientras que ellos...
no quiero ser demasiado duro con ellos... Como poeta, Ezra ha
ganado una suerte de derecho de decir lo que piensa, tal como
lo ha hecho...Cuando ellos encierren al hombre, espero que le
den acceso a libros, y suficiente papel...Sería el más
grandioso aborto de la justicia, de la justicia humana, matar
a este hombre."
22 "Un hombre
desgraciado, con su fama en el futuro"
Pound fue declarado
"mentalmente insano, no apto para ser juzgado",
y fue encerrado en el asilo para enfermos mentales St. Elizabeth,
Washington. Detrás de una puerta de hierro negra, con
nueve pequeños agujeros, en tres filas de tres. El inventario
de los bienes de Pound al momento de su reculsión es prolijo:
1 frasco de café instantáneo, 1 caja de galletitas,
7 pañuelos, 4 toallas, 11 camisetas, 2 pares de pantuflas,
1 pijama, 6 pares de medias, 1 par de zapatos, 1 mochila de lienzo,
1 bastón de caña, 2 trapos de piso, 2 camisas,
1 par de calzoncillos, 1 sweater azul, 1 portafolio, 1
billetera, 2 artículos de toilet.
Permaneció en ese lugar durante 12 AÑOS.
Ezra lo bautizó, luego, "el pozo del infierno".
Los reportes dicen que no daba trabajo, que comía regularmente
sin quejas, que se las arreglaba para dormir bien. Recibía
el periódico diariamente, un poco de leche extra, y helados
con frecuencia. Conversaba muy raramente con alguno de los demás
pacientes, y jamás estuvo en problemas con ninguno de
ellos. Otros informes apuntan que "a veces en la noche
se ve luz en su pieza. A menudo parece canturrear"...
y otro "a veces se le oye entonando una especie de vaga
tonada".
En esa reclusión trabajó en Confucio, y
luego tradujo la Trachiniae de Sófocles. Un crítico
escribió, no sin cierto humor, que "Mr. Pound
se resiste a reconocer la sintaxis griega como un factor determinante"
para su traducción. También de ese período
es su Memoria de Gaudier-Brzeska
El 20 de febrero de 1949, los diarios anunciaron que se le había
concedido el premio Bollingen -dotado de U$S 10.000 - por The
Pisan Cantos. Los votos a favor reunían a nombres
impresionantes: Robert Lowell, W. H. Auden, William Carlos Williams,
T.S. Eliot, Allen Tate, Conrad
Aiken.
En los años siguientes comenzó una campaña
por la libertad de Pound. Además de sus dos mujeres y
su hija, participaron muchos escritores norteamericanos e ingleses:
Archibald MacLeish, Robert Frost, Eliot, Hemingway... En 1956
lee, desde el manicomio, algunos de sus poemas y 8 Cantares
para la BBC.
Ezra fue liberado, y abandonó los Estados Unidos el 30
de junio de 1958. Había salido de St .Elizabeth en un
auto, el 6 de mayo anterior, junto a una joven y bella mujer,
Marcella Spann, que bajo el rótulo de 'secretaria personal'
le acompañaría, junto a sus dos mujeres, hasta
el año próximo. Viajó a Génova. A
su llegada el puerto estaba lleno de reporteros. Dijo que le
gustaría besar el suelo italiano, pero que veía
sólo cemento. "Denme una pradera", pidió.
También dijo que el mejor lugar para vivir dentro de los
Estados Unidos era un manicomio.
En 1959 Pound le propuso matrimonio a Marcella Spann, a orillas
del lago de Garda, pero la propuesta no prosperó, y la
relación se interrumpió.
Después de su fracaso con Marcella Span, Pound quedó
al cuidado de Dorothy y de su hija Mary, pero entró en
un período de profunda depresión. Según
sus amigos, hablaba con mucha frecuencia acerca de morir o de
volverse realmente loco, y decía que estaba absolutamente
exhausto. "Estoy reducido a fragmentos".
En 1963, Ezra comenzó a quedarse completamente silencioso.
"No he entrado en el silencio; el silencio me capturó".
Su hija Mary observó que no era, en absoluto, que él
estuviera perdido, sino que estaba completamente lúcido.
De golpe, se había negado a emitir cualquier palabra trivial.
Simplemente, se negaba a entrar en cualquier conversación
que él considerase sin importancia.
23 Un solo ojo,
azul
El dia de su cumpleaños 87, después de la celebración,
Ezra se sintió mal y se acostó. Al día siguiente
dijo que el malestar continuaba. El médico ordenó
una internación. Se proveyó ua ambulancia para
llevarlo hasta la góndola que lo transportaría,
pero Ezra se negó y caminó firmemente hasta la
nave. Pasó la noche en el hospital en compañía
de Olga. Al día siguiente, por la tarde, Olga salió
a buscar algunos pijamas limpios. Cuando ella se fue, Ezra empezó
a dormitar, y falleció. Un solo ojo, azul, había
quedado abierto. Según el informe médico, la muerte
- debido a una "obstrucción intestinal" - fue
a las 8 de la noche del 1 de noviembre de 1972.
* Publicado
originalmente en Insomnia Nº46
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