PENROSE, ROGER -
HAMEROFF, STUART - BIOFÍSICA
CUÁNTICA DE LA MENTE -
Roger Penrose y la biofísca
cuántica de la mente
Joaquín González Álvarez |
La conciencia no
puede computarizarse, y es por eso que no puede implementarse una
inteligencia artificial igual a la natural ya que en ésta, además de
actos programables, surgen acciones movidas por la intuición o la inspiración, las cuales no pueden ser programadas por ningún
algoritmo computacional |
Desde que el ser humano comenzó a desarrollar lo que
se entiende por razonamiento científico, ha tratado de explicarse
los procesos mentales, de definir qué es la mente,
la conciencia, los pensamientos, los sentimientos. Se ha preguntado
si esos procesos se originan en un órgano específico, y los ensayos
de respuesta aunque siempre con
mayor o menor dosis de duda, se han focalizado en el sistema
nervioso central específicamente en el
cerebro. Lógicamente los
principales conocimientos resultantes de estudios e investigaciones
sobre la mente, han provenido de la Biología y la
Medicina, pero en los últimos tiempos de una rama de la Física, la
Biofísica, han surgido significativos aportes a los temas de la
mente y la conciencia sobre todo en su basamento teórico, la mayoría
de los cuales han devenido en logros materiales en el
campo de la moderna medicina.
Gran parte de los descubrimientos
teóricos provenientes de la Biofísica, se presentaron como altamente
especulativos que, no obstante, consiguieron la atención investigativa
de la comunidad científica, previa a su confirmación en la práctica,
dada su evidente lógica interna y cientificidad. Este carácter
especulativo y el respaldo de lógica interna acompañado de una muy
atractiva cientificidad está presente en este trabajo en el cual
realizamos, con fines netamente divulgativos y en breve síntesis, una idea
del modelo biofísico cuántico de la mente debido al conocido físico
inglés Roger Penrose, basado en los trabajos del anestesiólogo
norteamericano Stuart Hameroff.
La teoría Penrose-Hameroff tiene su fundamento en un proceso de la
Mecánica Cuántica (MC) conocido como “reducción de la función de
onda” que se obtiene como solución de la Ecuación de Schrödinger
(ES) para un sistema cuántico. De la aplicación
de la ES se obtienen varias soluciones en forma análoga a lo que
ocurre con las ecuaciones algebraicas elementales. La función de
onda correspondiente matemáticamente es una combinación lineal de
esas soluciones. De modo que la función de onda no da la solución
real única del problema estudiado. El problema antes
de la comprobación práctica, esto es, antes de la observación del
hecho real y único, está en un estado de ambigüedad entre las
soluciones de la ES, llamado estado de “entrelazamiento cuántico”.
Cuando se hace la observación práctica o medida, la
función de onda se reduce a una sola solución, ocurre la
“reducción(colapso) de la función de onda”, concepto muy importante
en MC y central en la Teoría de Penrose-
Hameroff (TPH) junto con el concepto de “entrelazamiento cuántico”. Penrose insiste en la idea, para él muy importante, de que ese acto cuasi-instatáneo de la reducción de la función de onda no es
suceptible de ser “programado” mediante un algoritmo computacional.
Esta no algortmización será fundamental en su tesis sobre la
conciencia como veremos mas adelante.
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El entrelazamiento cuántico, según la TPH, ocurre en la sustancia que
ocupa en las neuronas el interior de unos corpúsculos filamentosos
de unos 25 nanómetros de diámetro y un milímetro de longitud,
llamados microtúbulos. La sustancia es la proteína tubulina cuyas
moléculas presentan dos arreglos electrónicos distintos:
alfa-tubulina y beta-tubulina, que por ser distintos, constituyen bits
informáticos equivalentes a 1 y 0. Según la TPH las moléculas-bits
en estado normal se encuentran en
“entrelazamiento cuántico” de los bits constituyendo “qubits”; la
mente no es afectada por una percepción, por ejemplo ver un objeto,
pero cuando el objeto es visto o sea cuando la mente percibe, ocurre
la “reducción de la función de onda”, y finaliza el
entrelazamiento. En ese proceso la redistribución de los bits
modifican la información. Esto es interpretado por Penrose como la actividad consciente de la mente.
Esa actividad de la mente que según Penrose consiste en un acto de
reducción de la función de onda, como ya anticipamos, no responde a
un algoritmo. La conciencia no puede computarizarse, y es por eso
que no puede implementarse una inteligencia artificial igual a la
natural ya que en ésta, además de actos programables, surgen
acciones movidas por la intuición o la inspiración, las cuales
no pueden ser programadas por
ningún algoritmo computacional.
Penrose asume algo que no queda
claro cuando expresa que la “reducción cuántica” en los microtúbulos ocurre cuando la energía de entrelazamiento cuántico
aumenta en un gravitón, hipotético portador del campo
gravitatorio.
La teoría de Penrose no se ha podido comprobar en la práctica pero
no hay dudas de que constituye un bello ejemplo de hipótesis de
trabajo que posiblemente constituya la base conceptual para la
primera Teoría Biofísica de la Mente. Muchas de las principales
aceptadas teorías de la actualidad fueron en un principio geniales
especulaciones como
la que hemos tratado en este artículo. |
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