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ISSN 1688-1672

 



CAMPOS, HAROLDO DE - HERMENEÚTICA - HERMES -
LIRICA - HERMENAÚTICA -


La 'hermenáutica' de Haroldo de Campos*

K. Alfons Knauth
La hermenéutica remite a su mítico fundador, el antiguo dios Hermes. Me parece que toda la obra de Haroldo de Campos está bajo su signo. Hermes es el heraldo de los mensajes divinos, el mediador de todos los contrarios: de los campos elíseos y terrenos, terrestres y marítimos, marinos y estelares, del caos y del cosmos


En este proceso que los uruguayos estamos haciendo, este proceso de conocimiento de nuestras cercanías que por fin nos obliga a saltar la barrera del portugués para poder comprender a nuestro vecino, Haroldo de Campos es una de las figuras que emergen de ese imponente mar (recreándolo, en su caso) que el abordaje hermenéutico de Alfonse Knauth nos invita a interpretar.

El mar, a orillas de Brasil, está en el fondo de la poesía de Haroldo de Campos. Desde el temprano poema Thálassa thálassa (1951) hasta el tardío Finismundo: a última viagem (1990), pasando por la odisea cosmonauta de Galáxias (1963-1984), la inspiración marítima, con su corolario estelar, es constante. Dentro del marco de este percurso textual el poeta realiza un periplo por la historia tanto de la navegación como de los transportes tropológicos, descubriendo al mismo tiempo nuevas rutas y constelaciones.

El periplo está balizado por la originaria transposición de la sociedad agraria al mar, evocando a través de Dom Dinoiz "lavrador de suas lavras de espuma" la arquetípica imagen del agricultor Neptuno surcando el mar con su arado y su carro naval; luego por el plus ultra geopoético de los Argonautas, de Ulises y de Cristóbal Colón; más allá por la transferencia metafórica de la navegación al area aérea y al espacio cosmonauta; y finalmente por la transposición de la navegación a la pantalla glauca de la computadora, es decir por el viaje virtual gobernado cibernéticamente.

La palabra 'cibernética', cuyas raíces etimológicas se remontan al 'timón' del arado y del carro, antes de pasar al 'timón' o 'gobierno' de la nave y de la aeronave, y por fin a la 'navegación' en el 'cyberspace', condensa lingüísticamente este periplo.
(1)

El riesgo de naufragio y de fracaso que amenaza todo tipo de navegación y de civilización, llevando a Colón hacia el "columbario de sepias" como a Ulises hacia el monstruo tentacular de Escila, llegará a su tope en el "último viaje" virtual, situado mucho más allá del Ultimo viaggio de Giovanni Pascoli y de Dante: el "urbano Ulises" pierde su dignidad en la catástrofe digitada.

Su "hybris" capitula ante la hibridación suprema de lo real y de lo virtual que acabará por reducir a Ulises a Nadie, el politrópico 'partnership' a un computarizado 'partnerchip'.

Uno de los logros poéticos más destacados del simbolismo náutico de Haroldo es el nuevo mapeamiento de los múltiples idiomas del mar, tanto metafóricos como metonímicos: el descubrimiento de 'mehr Sprachlichkeit' a través de una pululante 'Meer- und Mehrsprachigkeit'. Otro logro es la realización de un infinito "livro mar" o "livro viagem" en la estela del "libro total" y del "work in progress" proyectados por Mallarmé,
Borges y Joyce.

En el "martexto" de Galáxias el lector está concretamente inscripto como 'hermenauta': mediante sus interpretaciones a partir de los innumerables 'surcos que se bifurcan' participa activamente de la odisea literaria que, por lo tanto, se torna infinita.

La hermenéutica remite a su mítico fundador, el antiguo dios Hermes. Me parece que toda la obra de Haroldo de Campos está bajo su signo. Hermes es el heraldo de los mensajes divinos, el mediador de todos los contrarios: de los campos elíseos y terrenos, terrestres y marítimos, marinos y estelares, del
caos y del cosmos. Desplazándose en el 'entre-espacio' gobierna la comunicación universal.

En un proceso sin fin busca la unidad en la diversidad.
Lleva el epíteto de "polúmetis" o "multimañoso" con la misma constancia que Ulises, el cual sigue llevándolo en el postutópico Finismundo. Hermes-Mercurio es el dios de los viajeros, los cosmopolitas, los traductores y los poetas, el inventor dela lira, del abecé, de la astronomía y del lance de dados. El mercurio de Hermes Trismégistos, en cuanto elemento líquido y solvente por excelencia, actúa de operador principal en el "work in progress" alquimista.

Él figura expressis verbis en la poesía de Haroldo como "glauco arcano de mercúrio" y "mercúrio de silêncio triângulo de silêncio"
(A naja vertebral).

Finalmente Hermes es el patrón de la palabra mentirosa y polivalente, tanto de los nautas como de los poetas y 'hermenautas'.

La simbología de Hermes revela el carácter esencialmente 'hermético'
(2) de la obra de Haroldo. Toca al lector falsificar este 'descubrí/miento'.

Notas

(1) La digresión etimológica es una interpolación mía, pero corresponde exactamente al percurso lingüístico y poético de Haroldo.
(2) En el sentido también de Alfonso Reyes ('Hermes o de la comunicación humana', 1939-1941) y de Umberto Eco ('Hermes', in: U.E., I limiti dell'interpretazione, Milano: Bompiani 1990)

*Publicado originalmente en Insomnia

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