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ISSN 1688-1672

 



SZYMBORSKA, WISLAWA -


Apuntes breves sobre Wisława Szymborska


Anna Banasiak

Como es usual en la poesía de Szymborska abunda la ironía (...) La muerte es uno de los temas más frecuentados por la literatura y resulta muy difícil escribir sobre ella de una manera nueva y sorprendente. Sin embargo, la poeta señala lo contrario en una de sus entrevistas: "No escribo sobre la muerte. Es una de las cosas más fáciles de hacer en poesía".
Con Szymborska murió la literatura del siglo XX
 

La noticia de la muerte de Wisława Szymborska nos llegó en la misma bolsa de otras informaciones: malas noticias sobre el congelamiento de los sueldos o reformas en ciertas leyes. Más o menos durante dos o tres días se podía ver en la televisión polaca algunos programos documentales sobre la vida y obra de la poeta. Las reacciones ante su muerte han sido similares a los comentarios que fueron vertidos cuando falleció Czesław Miłosz. Uno de los poetas polacos, Kazimierz Wierzyński[1], escribió que Polonia era la nación de los sepultureros. A decir verdad, estuve casi segura de que pronto escucharíamos hablar en las noticias acerca de la membresía de Szymborska en el Partido Obrero Unificado Polaco y de su actitud antipatriótica o también escucharíamos loas en su honor. Pero el tumulto informativo se acabó pronto. 

En cuanto a su
membresía en la organización antes mencionada no se puede negar que fue un hecho. Incluso en uno de sus poemas
Szymborska define a Lenin como el Adán de la nueva humanidad. Por supuesto, la poeta no es el único ejemplo, también Jarosław Iwaszkiewicz, destacado escritor y traductor, después de la segunda Guerra Mundial, colaboró con el régimen comunista, fue diputado en el parlamento polaco y dirigió varias revistas literarias. No hay que explicar que sin la aprobación de las autoridades eso no hubiera sido posible. Indudablemente en la etapa de postguerra el libro Llamada a Yeti (1957) es considerado muy relevante en su poética, y por eso, a partir de entonces, podemos decir que Szymborska se aleja del realismo socialista a la vez que quiso también reivindicar su nombre y lo logró. Pero el pasado de la poeta no es importante aquí.   

Veamos ahora a algunos ejemplos de su obra literaria: "Un gato en un piso vacío" (traducido por Abel Murcia Soriano)[2]:

          Morir, eso no se le hace a un gato.
            Porque qué puede hacer un gato
            en un piso vacío.
            Trepar por las paredes.
            Restregarse entre los muebles.
            Parece que nada ha cambiado
            y, sin embargo, ha cambiado.
            Que nada se ha movido,
            pero está descolocado.
            Y por la noche la lámpara ya no se enciende.
            Se oyen pasos en la escalera,
            pero no son ésos.
            La mano que pone el pescado en el plato
            tampoco es aquella que lo ponía.
            Hay algo aquí que
no empieza
            a la hora de siempre.
            Hay algo que no ocurre
            como debería.
            Aquí había alguien que estaba y estaba,
            que de repente se fue,
            e insistemente no está.
            Se ha buscado en todos los armarios.
            Se ha recorrido la estantería.
            Se ha husmeado debajo de la alfombra
            y se ha mirado.
            Incluso se ha roto los papeles.
            Qué más se puede hacer.
            Ya
se verá cuando regrese.
            Ya
se verá cuando aparezca.
            Se va a enterar
            de que eso no se le hace a un gato.
            Irá hacia él,
            como si no quisiera,
            despacito,
            con los patos muy ofendidos.
            Y nada de saltos ni maullidos al principio.
 

Debo admitir que es uno de mis poemas favoritos de Szymborska. Como es usual en su poesía abunda la ironía, en la que nuestra poética es una verdadera maestra. La muerte es uno de los temas más frecuentados por la literatura y resulta muy difícil escribir sobre ella de una manera nueva y sorprendente. Sin embargo, la poeta señala lo contrario en una de sus entrevistas: "No escribo sobre la muerte. Es una de las cosas más fáciles de hacer en poesía".[3]Quizás tenga razón. Casi todas las posibles maneras de escribir en ese sentido ya han sido probablemente realizadas. Szymborska nos propone  aquí el punto de vista de un gato que ha quedado solo porque su propietario ha fallecido. Al principio oraciones como: "Eso no se le hace a un gato", evocan una sonrisa. Y aquí tenemos una conexión de lo cómico, baladí y a la vez duramente trágico, existencial. Estos elementos los podemos encontrar también en otro poema, titulado "Amor a primera vista"; empezando sus reflexiones sobre el amor, Szymborska escribe:

                    Ambos están convencidos
                       
 de que los ha unido un sentimiento repentino.
                       
 Es hermosa esa seguridad,
                       
 pero la inseguridad es más hermosa.[4]
 

Aparece aquí algo nuevo, un medio de expresión mejor conocido como oxímoron, una composición de elementos contradictorios. Se podría preguntar por la funcción de ese oxímoron para lo que puede haber dos respuestas posibles. Primero, esta composición atrae nuestra atención y nos induce a pensar el sentido de las palabras. Segundo, una idea existencial: no cabe la menor duda de que nuestra vida encierra rasgos contradictorios y sobre todo, irónicos.

Szymborska fue preguntada acerca del amor como tema literario: "Ah, ese tema ya no es tan fácil. Y lo más dificil es el erotismo, que de hecho se ha frecuentado poco en poesía. Nunca he leído un poema que sea capaz de transladar lo que suceder entre dos personas".[5] Observando el mundo actual podemos, en casi todas partes, ver ejemplos de erotismo barato. Nuestra sexualidad se ha transformado en objeto de comercio y ya nada nos puede sorprender. Resulta también muy difícil describir lo que pasa entre el hombre y la mujer; para los mismos enamorados el amor es un sentimiento especial o incluso eterno, pero nuestra seguridad no es tan Bella como su contradicción.

Reflexionando sobre la herencia de Szymborska me surgen algunas preguntas: ¿qué influencia tenía en la vida del polaco de a pie? ¿Existe algún poeta en Polonia que pueda crear algo del mismo nivel artístico e intelectual? En algún comentario en internet he leído: "con Wisława Szymborska murió la literatura del XX siglo". ¿Y qué tenemos en el nuevo siglo? ¿Qué podríamos dar al mundo? La respuestas a estas preguntas son muy arriesgadas: nuestra poética ha sido hija del período llamado los veinte años de entreguerras, momento el que Polonia reconstruyó su Estado, su economía y su cultura. Ese período es uno de los más interesantes de la historia polaca. Desgraciadamente ese fantástico desarollo fue interrupido de manera brutal. En la obra de poetas como Zbigniew Herbert, Czesław Miłosz y Wisława Szymborska, es posible -hoy en día- escuchar el eco de ese período.    
        

Notas:
 

[1] Kazimierz Wierzyński (1894- 1969)- el poeta, escritor, autor de los ensayos, soldado de la I Guerra Mundial y de la guerra polaca con los bolcheviques, embajador en Suiza y Francia. 

[2] Wisława Szymborska (2002), Poesía no completa, antología, trad. Abel A. Murcia con una introducción de Helena Poniatowska, Fondo de Cultura Economica, p. 357

[3] La entrevista con Wisława Szymborska para El País: 5 de diciembre de 2009, disponible aquí: http://elpais.com/diario/2009/12/05/babelia/1259975535_850215.html (acceso del día: 10.03.2012).

[4] Wisława Szymborska (2002), Poesía no completa, antología, trad. Abel A. Murcia con una introducción de Helena Poniatowska, Fondo de Cultura Economica, p. 384

[5] La entrevista con Wisława Szymborska para El País: 5 de diciembre de 2009, disponible aquí: http://elpais.com/diario/2009/12/05/babelia/1259975535_850215.html (acceso del día: 10.03.2012).

 

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